Parroquia Asunción de Nuestra Señora de Torrent

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Área de Adultos: Acción Católica

 

LA CRUZ

 

La cruz de Cristo, debemos dejarnos iluminar por ella. La cruz, símbolo de dolor, de prueba, símbolo condensado de maldad, de la destrucción y del pecado.

El mal inevitable y el mal provocado. La cruz suscita escándalo, protesta, el mal inmenso y del dolor.

 

“Dios aparta de mi este cáliz, pero no se haga mi voluntad sino la tuya”. Dios convierte el mal en fuente de bien, no lo puede quitar pero lo transforma. Enamorados de la Cruz por ser fuente de paz, consuelo, amor...

 

Ante el misterio del dolor, de la enfermedad nos revelamos, no lo entendemos, Padre tu sabrás.

 

El misterio del dolor, del mal, de la amargura, al mismo tiempo tiene una semilla de bien.

 

Si el grano de trigo no se destruye, queda infecundo, pero si se destruye hay una espiga de oro. El dolor se hace huésped y nosotros quisiéramos quitárnoslo de encima, pero trae un mensaje y una tarea..... nos humaniza, nos hace mas sabios y humildes.

 

El dolor nos ha madurado, nos hace mas sensatos, uno llega a la plenitud cuando ha sufrido. Con Jesús, si podemos atravesar las tinieblas del dolor. La cruz de Cristo entra dentro del mal, lo atraviesa y saca bien de las entrañas del mal, sujeto a la cruz por los clavos del dolor, pero abrazada por el amor, símbolo de consuelo y paz, una paz que solo Cristo puede dar.

 

Chestertón “Del dolor de la Cruz no podemos escapar, pero si podemos escoger la cruz con Cristo”. El que quiera ser mi discípulo que coja su cruz y me siga (En la cruz de Cristo todas las cruces se suavizan).

Podemos elegir entre la cruz del odio o del amor, de la desesperanza o de la esperanza, entre la cruz con Cristo o sin él.

 

San Pablo “No pretendo saber nada sino Cristo, y crucificado”, aunque para otros es motivo de escándalo.

 

San Francisco de Sales, pedía El libro, en su lecho de muerte, que era la cruz, miraba y contemplaba la cruz y su rostro se lleno de paz, y murió abrazado a ella.

El dulce obispo de Ginebra, que tenía mucho carácter,  mirando la Cruz cambió su carácter.

 

Santo Tomás, he aprendido mas mirando la cruz que en todos los libros.

Lecciones de la cruz según Juan Tauler, famoso predicador dominico del Siglo XVI.

 

Contemplando la cruz sentimos pobreza absoluta, caridad perfecta, por nuestros pecados misericordia infinita, no saben paciencia absoluta.

 

Otros Santos, quieren tanto la cruz que la asocian a su identidad, San Juan de la Cruz; Edit Stain, se hizo llamar Benedicta de la Cruz.

 

Tierno Galván, quiso conservar la cruz en la mesa de su despacho por ser un signo de reconciliación y paz.

 

Las cruces vivientes, los santos que del dolor se abrazan a la cruz y les da una gran paz. De dentro de ese dolor, derrota la cruz y produce frutos de paz y de inmensa alegría.

 

San Pedro Poveda, nos invita a ser Cristos vivientes, como los enfermos  que sufren atravesados de dolor y de amor. “Hazme una cruz, carpintero, sencilla, de madera, sin adornos, que tenga un mástil disparado hacía el cielo y unos brazos bien abiertos para abrazar a todos”.

Hemos convertido las cruces en alhajas, cruces más para lucir que para vivirlas.

Oración de San Francisco Javier,

“No me mueve, mi Dios, para quererte
el cielo que me tienes prometido,
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte.

Tú me mueves, Señor; muéveme el verte
clavado en una cruz y escarnecido;
muéveme el ver tu cuerpo tan herido;
muévenme tus afrentas y tu muerte.

Muéveme, en fin, tu amor, de tal manera,
que aunque no hubiera cielo yo te amara,
y aunque no hubiera infierno te temiera;

No me tienes que dar porque te quiera;
porque aunque lo que espero no esperara,
lo mismo que te quiero te quisiera. Amén.”
 

  

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