Parroquia Asunción de Nuestra Señora de Torrent

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Campamento Jóvenes 2003, El Apocalipsis

 

Viernes 8 de Agosto

 

OBJETIVO

- Descubrir que nuestra historia es historia de Salvación

- Conocer la propuesta de Dios en nuestra vida.

- Aceptar las dificultades que supone intentar vivir esa propuesta.

 LUGAR:

Sallent de Gallego- Pueyo

Camping Pueyo

 

Introducción

            El confiar desde la fe en la victoria de Cristo resucitado, no significa que la cosa sea fácil, más aun, hemos de recordar que el camino de la resurrección pasa por la cruz. El Domingo de Resurrección pasa por el Viernes Santo. Esto e slo que muchas veces nos da miedo, lo que nos hace dudar, lo que nos incomoda...  No es fácil ir contracorriente, no es fácil tener que luchar con las armas de Dios (paz, paciencia, mansedumbre...), no es fácil ser profeta de esto... Recordar que el triunfo definitivo pasa por la derrota aparente de la cruz.

 

08:30h            Levantarse

09:00h            Desayuno

09:30h            Oración y Salida hacia Pueyo (3.30 h)

13:00h           Llegada y montaje de campamento

14:00h            Comida

16:30h            Talleres

17:30h            Reunión :  Septenario de las Trompetas y apertura del libro

 

OBJETIVOS:

§         Comprender que el proyecto de Dios sobre la humanidad choca contra las estructuras injustas de nuestro mundo.

§         Analizar la Influencia del libro del Apocalipsis en la cultura actual: cine, literatura, lenguaje, pintura.

§         Hacernos más sensibles a la degradación del medio natural y descubrir que el sufrimiento de la naturaleza encierra una llamada a la conversión.

§         Hacernos conscientes de que la iglesia es profética por naturaleza y su ilusión no es otra que la que anunciar la buena noticia del Evangelio a todos los hombres y mujeres del mundo.

 

1- TEMA

 

El "Septenario de las Trompetas" (Ap 8,1-11,19) aparece en el Apocalipsis como el resultado de la apertura del último sello (Ap 8,1). Con él, las fuerzas que habían sido presentadas hasta el momento se ponen en movimiento y comienzan a actuar en la historia de la humanidad. Ante la suplica de sus siervos que claman justicia Dios no puede permanecer pasivo. El resonar de las trompetas anuncia que está a punto de intervenir para liberar a su pueblo.

Al sonar las cuatro primeras trompetas se producen fenómenos catastróficos de alcance cósmico, puesto que afectan a todos los órdenes de la creación: la tierra seca, la vegetación, el mar, el agua dulce y los astros. Al sonar la quinta trompeta (Ap 9,1) se abate sobre la tierra una terrible plaga de saltamontes (o langostas) que se comportan como escorpiones y que afecta sólo a aquellos que no están “marcados en la frente con el sello de Dios”. Este cuadro de tintes surrealistas nos habla, una vez más, de la actuación del mal en el mundo, que se manifiesta de formas muy diversas y encierra siempre una llamada a la conversión.

Al sonar la sexta trompeta los cuatro ángeles que estaban encadenados a orillas del río Eufrates son desatados. Con ellos se simboliza el poder universal de los imperios enemigos que son liberados para ejercer su acción devastadora. Como consecuencia, una caballería infernal y numerosísima causa la muerte de una tercera parte de los hombres. Al sonar la séptima trompeta se oyen voces en el cielo y el cántico de los veinticuatro ancianos (las doce tribus de Israel más los doce apóstoles. El antiguo y nuevo pueblo de Dios)  celebra por anticipado la victoria de Dios que ya ha comenzado a reinar y pronto hará justicia. Después de un largo paréntesis, un nuevo septenario, el de las copas, nos presentará el desenlace del drama apocalíptico y la victoria definitiva del bien.

El lenguaje y las imágenes utilizados en esta sección nos recuerdan a aquellos que sirven para referirse a las plagas en el libro del Éxodo (Ex 7-11). Eso nos da la clave de interpretación de estos pasajes. Con un lenguaje simbólico e imaginativo se nos recuerda que el Señor quiere rescatar a su pueblo de la opresión, aunque para eso deberá enfrentarse a enemigos muy poderosos. Los males de este mundo deben ser contemplados con esperanza porque no duraran para siempre y anuncian que la liberación está ya cerca. Mientras tanto, aún hay tiempo para la conversión.

La sección formada por Ap 10, 1-11,14 funciona como un "interludio" dentro del drama que se desarrolla en el libro. Cuando el lector esperaría escuchar el sonido de la séptima trompeta, éste se demora intencionadamente. Antes de seguir adelante, el autor abre un paréntesis que rompe el ritmo del relato, da un respiro al lector y crea a la vez un cierto clima de suspense. Retoma ciertos elementos de los capítulos anteriores, con la finalidad de resumir lo más importante de cuanto se ha dicho, preparando y anunciando lo que vendrá después.

Hay algunos datos que nos pueden ayudar a no olvidarnos acerca de las ordenes que recibe Juan, el vidente del Apocalipsis:

§  La primera orden que recibe Juan desde el cielo es la de no escribir lo que dice la voz que habla de modo semejante al retumbar de siete truenos (Ap 10,4).

§  La segunda orden que recibe el vidente es la de tomar el libro abierto que el ángel sostiene en su mano y comerlo (Ap 10,8-9).

§  La tercera orden es la de profetizar sobre muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes (Ap 10,11).

§  La cuarta orden es doble. Por un lado ha de medir el templo de Dios y el altar (que es el lugar de los verdaderos adoradores de Yavé). Por otro, debe dejar sin medir el espacio exterior del templo (que es el lugar reservado a los paganos e idólatras). El sentido de estas acciones contrapuestas tiene que ver, por un lado, con la protección que Dios dispensa a su pueblo y, por otro, con el rechazo de aquellos que se oponen a su proyecto.

 

Todas estas órdenes están íntimamente relacionadas y expresan de manera gráfica lo que implica la misión profética. Esta misión aparece encarnada en la figura de Juan, el vidente del Apocalipsis, pero que ha de ser vivida por toda la comunidad cristiana, aunque eso le cause angustias y persecuciones. Los dos testigos que aparecen en Ap 11 son un ejemplo perfecto de lo que eso significa.

 

A pesar de las apariencias los septenarios del Apocalipsis no son una crónica escrita en clave de los acontecimientos dramáticos que están afectando a sus destinatarios. Quieren poner en evidencia los hilos que secretamente van tejiendo el drama de la salvación. En realidad insisten siempre en la misma temática de fondo, aunque desde perspectivas diferentes. En el "Septenario de los Sellos" se presentan las fuerzas que intervienen e influyen en la historia. En el "Septenario de las Trompetas", esas mismas fuerzas comienzan a entrar en conflicto. De este modo van ofreciendo una serie de criterios para interpretar lo que sucede y entender cada vez con más profundidad cómo Dios lleva adelante este plan de salvación.

Como en otros lugares de la Biblia, el toque de las trompetas anuncia solemnemente que Dios, como poderoso guerrero, está a punto de intervenir en el combate de la historia para hacer justicia. Pero antes de que las siete trompetas empiecen a sonar, un impresionante silencio se produce en el cielo (Ap 8,1). Este silencio evoca la misteriosa presencia de Dios que está a punto de tomar parte el drama de la historia y nos invita a contemplar con atención lo que sucederá después, como si asistiéramos a una solemne celebración litúrgica.

Las imágenes usadas en este pasaje para describir la intervención de Dios recuerdan, en gran parte a las que en el libro del Éxodo se usan para hablar de las plagas (Ex 7,11). La opresión que el pueblo de Israel sufrió en Egipto sirve como modelo para describir la situación en la que viven las comunidades cristianas bajo la  tiranía de Roma (época en la que se escribió este libro). Pero Dios no está dispuesto a consentirlo y pondrá en marcha todos los recursos necesarios para ablandar el corazón de los opresores. Ellos se resistirán con todas sus fuerzas y eso prolongará los sufrimientos y las pruebas pero no de un modo indefinido. Las catástrofes referidas en el texto simbolizan todos los males causados por quienes se oponen a la voluntad de Dios, pero no deben provocar el derrotismo o la desesperanza. Como las plagas de Egipto, son fenómenos que anuncian la liberación. Más allá de la dureza de las imágenes utilizadas, ése es el mensaje de fondo que encierra el septenario de las trompetas.

Si Dios interviene en la historia de los hombres, no puede dejar las cosas como están. A Dios no le da todo igual y por eso reacciona poniendo patas arriba lo que no se ajusta a su proyecto, la realidad tiene que cambiar y transformarse radicalmente, pero nada de eso se hará sin sufrimiento. Por eso, después de leer un texto como éste, no hemos de quedarnos con la idea negativa de un Dios que quiere acabar con su propia creación o provoca las catástrofes naturales para castigar el pecado de los seres humanos. Al contrario, conservemos la imagen esperanzadora de un Dios que actúa en la historia humana para liberar a los que viven oprimidos y por eso vuelve a manifestarse como en los tiempos del Éxodo.

 

Después del toque de la sexta trompeta, el autor del Apocalipsis introduce un largo paréntesis que abarca la sección formada por Ap 10,1-11.14. Retardando el toque de la séptima trompeta, se abre un espacio para recapitular lo que se ha dicho hasta el momento y preparar al lector para lo que vendrá después.

Este largo interludio tiene forma de visión y se concentra en la figura de un ángel poderoso que baja del cielo. Si observamos con atención, notaremos enseguida que los rasgos con los que está descrito este ser celeste coinciden con los que el autor del Apocalipsis utiliza en otros lugares para referirse a Jesús resucitado o a Dios mismo.

La nube que envuelve al ángel (Ap 1,7; l4,l4-l6) y las columnas de fuego con que son comparadas sus piernas nos recuerdan la manera en que Dios acompañó y se manifestó a Israel durante el Éxodo y evocan por ello la alianza del Sinaí.

 

El libro que el ángel trae en su mano recuerda a aquel otro libro que sostenía con su derecha el que estaba sentado en el trono (Ap 5). La diferencia es que éste ya está abierto. El proyecto de Dios sobre la humanidad se ha ido desvelando a medida que el cordero ha roto uno tras otro los siete sellos que lo mantenían herméticamente cerrado. Lo único que falta ahora es esperar a que suene la séptima trompeta. En ese momento, el plazo se habrá cumplido y el plan de Dios se consumará plenamente. Eso es precisamente lo que asegura el solemne juramento que pronuncia el ángel en nombre del vidente y del creador (Ap 10,6-7).

 

La orden que recibe el vidente de profetizar sobre muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes, significa que Dios no excluye a nadie de sus planes de salvación. Pero esta invitación universal puede resultar verdaderamente peligrosa para el profeta, porque no todos van a recibir con gusto su mensaje. Lo que para unos es buena noticia de liberación, puede ser percibido por otros como una amenaza para sus intereses, como una mala noticia que es preciso evitar a toda costa. Cuando la ira de Dios llegue al colmo (Ap 15,1), ya no habrá tiempo para la conversión y el juicio será de condena para los que hayan hecho frente a su proyecto. Los gritos de victoria de los salvados se confundirán entonces con los lamentos de los opresores.

 

2-     LEER Ap 8, 1 – 11, 19

 

3- REFLEXIÓN INDIVIDUAL

 

“ Tomé el libro de la mano del ángel y lo comí”

·        VER:

 

    Todos sabemos por experiencia lo difícil que resulta llevar a cabo un proyecto: organizar una casa, formar una familia, estudiar una carrera, montar una actividad...En principio lo hacemos con gusto porque de ello depende nuestra felicidad y el sentido de nuestra vida, pero sabemos que antes o después llegarán los momentos de dolor y los contratiempos. A veces, son tantos que tiramos la toalla . Por eso nos admira conocer algunas personas que son capaces de llevar adelante proyectos que parecen imposibles

 

§         ¿Qué proyectos has realizado en tu vida con más ilusión?

§         ¿Qué fuerza te ha movido a la hora de sacarlos adelante?

§         ¿Qué satisfacciones y sufrimientos te han causado?

§         ¿Qué ha tenido que ver Dios en ese proyecto?

§         ¿Descubres tu historia como Historia de Salvación propuestab por Dios?

§         ¿Nos identificamos con el proyecto que Cristo tiene para nosotros?

 

18:30h           Merienda

19:00h           Reunión de grupo

 

3- COMPARTIR

·        JUZGAR:

      Comentarios, diálogo y puesta en común

 

·         ACTUAR:

Desde el mismo día de nuestro bautismo todos nosotros hemos recibido la misión de ser profetas. Eso significa que lo nuestro es colaborar con el plan que Dios tiene  para liberar a la humanidad. Para eso, primero tenemos que asimilar su palabra, leerla y entusiasmarnos con su mensaje, dulce como la miel, sabiendo que eso puede procurarnos amarguras y sinsabores. Ese y no otro fue el destino de los profetas, de los mártires y sobretodo del mismo Jesús.

 

Señala las ventajas y desventajas de colaborar en el Proyecto Salvador de Cristo e intenta identificar cuál es ese proyecto.

 

20:00h            Celebración

21:00h            Cena

22:00h            Actividad de la noche (Bea y José María)

00:00h            Completas

 

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