Campamento Jóvenes 2006, Los Profetas

Ser profeta Hoy

Por la mañana nos recogerá un autobús que nos trasladará hasta el camping de Oliden, que está a 9 Km de San Sebastián.

8:30     Levantarse

9:00     Laudes

9:30     Desayuno

10:00   Servicios y desmontar campamento

10:45   Trasladarse al Camping de Oliden

12:30   Duchas

14:00   Comida

15:00   Tiempo Libre

16:30   Talleres

18:00   Merienda

18:30   Reunión

20:00   Cantos

21:30   Cena

22:30   Actividad de la Noche

00:00   Completas

00:30   Silencio

SER PROFETAS HOY

Los profetas seguirán hablando: “Habla el Señor: ¿Quién no profetizará?” (Am 3,8)

DEL PROFETISMO A JESUCRISTO

Tanto los escritos proféticos como todos los profetas trabajados durante este campamento pertenecen al Antiguo Testamento. Pero profetas siempre ha habido. Del primero al último, todos los profetas, incluido Juan Bautista, apuntaron a Cristo, el Mesías.

Las facciones de Moisés, de Elías, de Isaías, de Jeremías, de Malaquias y de todos los demás profetas se reconocen en Jesús. Todos los pasos de éste, de Belén a la ciudad santa, tienen herencia profética, porque es de esa estirpe.

En Cristo se cumplen, con creces, todas las expectativas de la historia salvífica; el mesianismo regio, el sacerdotal, el celeste y el profético culminan en Jesús, el hijo de Dios.

JESUCRISTO, EL PROFETA POR EXCELENCIA

El profetismo no finaliza en el Antiguo Testamento, en todas las épocas existieron profetas... Juan bautista y el mismo Jesús.

El profetismo de Jesús no es mero anuncio del Reino que ha de venir; aún más, él mismo lo inaugura y lo hace presente. Por otra parte, también lo anuncia como futuro ya que es inalcanzable ese Reino por las prácticas humanas.

Su anuncio del Reino corrige pues, las desviaciones de falsas expectativas mesiánicas; lo anuncia como presente y como futuro; en cuanto que presente es llamada a la conversión ya ahora; en cuanto futuro, aparece como superación de males históricos que aún tiene su poder en la historia.

Jesús de Nazaret es presentado por los evangelios como El Profeta. El acontecimiento

Jesucristo presenta una continuidad con la historia  de salvación del pueblo de Israel y además completa la espera anunciada por los profetas.

El se presenta realizando esa acción definitiva de Dios en su compromiso con su pueblo. Inaugura el fin escatológico anunciado por los profetas, e inaugura al mismo tiempo la buena noticia de acceso a Jesús y el Reino del Padre. Además de dar continuidad a la línea profética.

Mt 16, 13-16

Llegado Jesús a la región de Cesarea de Filipo, hizo esta pregunta a sus discípulos: «¿Quién dicen los hombres  que es el Hijo del hombre?» Ellos dijeron: «Unos, que Juan el Bautista; otros, que Elías, otros, que Jeremías o uno de los profetas.» Díceles él: «Y vosotros ¿quién decís que soy yo?» Simón Pedro contestó: «Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo.»

LA IGLESIA  TAMBIÉN PROFETIZA

La Iglesia es continuadora del quehacer profético de Jesucristo, en virtud del Espíritu recibido y el legado de la palabra viva y eficaz. Aquí está su fundamento.

Por el bautismo, el creyente se injerta a Cristo, Palabra de Dios y participa en la Iglesia, comunidad profética. Por el bautismo somos dotados de la gracia para ejercer el don profético, necesario para proclamar el Evangelio. Participamos así de la misión de Jesucristo

Su quehacer será el mismo que el de Jesucristo: mostrar el rostro amoroso y libre del Espíritu de Dios, ser fiel al Padre único y universal, experimentar al Hijo sufriente y liberador. Así se actualiza el reino.

El Concilio Vaticano II ha recogido el tema delprofetismo, haciéndose eco de su importancia en la vida de la Iglesia:

"Cristo, el gran profeta…cumple su misión profética hasta la plena manifestación de la gloria, no sólo a través de la jerarquía… sino también por medio de los laicos, a quienes, consiguientemente, constituye en testigos y les dota del sentido de la fe y de la gracia de la palabra para que la virtud del Evangelio brille en la vida diaria, familiar y social." (LG 35).

En este sentido, podemos comprobar que en la comunidad cristiana no faltan profetas que con su palabra y su vida anuncian, impulsados por el Espíritu, la salvación de Dios al mundo.

Son hombres y mujeres que creen en el mundo nuevo instaurado por Jesús y luchan por implantarlo oponiéndose a toda clase de injusticias y sin dejarse vencer por el desaliento ni por el miedo a los poderosos y sabios de este mundo. Gastan sus vidas y sus fuerzas en ayudar a todas las personas, especialmente las más necesitada

Hoy el   movimiento profético en la Iglesia y en el mundo es muy fuerte. La crítica de estructuras y de comportamientos obsoletos, que ya no expresan nada comenzó con el Concilio Vaticano II.

Hoy dentro de la Iglesia existen  muchas personas que intentan neutralizar la alienación en que viven muchos cristianos perdidos en prácticas que ya no son expresión de la amistad con Dios, sino expresión de una seguridad humana y de una gran rigidez mantenida por el poder.

Igualmente Jesucristo también criticó a los fariseos y a los líderes religiosos, y tuvo compasión del pueblo pues eran ovejas sin pastor.

SER PROFETA EN EL SIGLO XXI

Los profetas de hoy son creyentes anónimos que con sus palabras, con sus gestos, con sus obras y con su vida anuncian las bellezas de Dios y denuncian a los que maltratan a sus criaturas. Con su testimonio de vida y de fe son ejemplos para nosotros.

Son conscientes de haber sido llamados por Dios, viven una profunda experiencia de Dios de la que mana la confianza para seguir adelante y en la que se fundamenta la esperanza.

La misión de estos profetas no es revelar una nueva verdad, sino proclamar la verdad ya revelada por Cristo, pero muchas veces olvidada. Trabajar por la justicia y denunciar estructuras injustas

El mensaje de los profetas de hoy consiste en predicar a Cristo.

Los profetas de hoy, conocen algo que los profetas antiguos no conocieron y es lo tocante a la revelación del misterio escondido por siglos y edades, esto es, la revelación que Dios ha dado de Cristo y de su iglesia.

Los profetas de hoy están insertados en la sociedad, están “inculturados”, pertenecen a lo sencillo y lo cotidiano. La mayoría de veces son personas anónimas  y poco mediáticas. No todos podemos ser Teresa de Calcuta, o Gandhi.

Nos preguntamos si un profeta de hoy ¿es vanguardista o conservador? Es conservador pues  lucha por mantener lo esencial que es la Fe en Dios, pero es vanguardista pues su misión es impulsar al colectivo, luchar por abrir horizontes. No solo en el ámbito religioso sino en todos los ámbitos que afectan al ser humano.

Para el profeta es esencial estimular a la colectividad, ya que la masa, el grupo, la sociedad, toma por inercia actitudes pasivas, no quieren que nos instalemos.

Ser profeta es un acto de coraje. Rompimiento y riesgo, capacidad de vivir la contradicción con sentido pascual. Ser profeta es llevar la cruz con esperanza, como Cristo profeta

Todo cristiano es llamado a la misión profética en Cristo, viviendo el evangelio, dando testimonio de la verdad y condenando el mal, rechazándolo y hasta sufriendo con la disposición más profunda de dar su vida por el evangelio. Esta actitud vivida por los cristianos nos ayudan a no caer en una idea del profetismo que sólo se encuadre para "grandes hombres" que esperamos que lleguen a salvar la historia; sino que nos compromete desde nuestra propia y "modesta" realidad a trabajar proféticamente por el Reino.

NOSOTROS PROFETAS

Como cristianos que pertenecemos a una Comunidad parroquial también somos profetas.

Analizando los distintos rasgos de los profetas, descubre tu “Ser profeta”  hoy y ahora en tus ambientes y con las personas que te rodean. ( recordemos los rasgos del profeta: llamado por Dios, persona de Esperanza, denuncia las injusticias, experiencia y relación con Dios.

Haz una lista de las cualidades y rasgos de los profetas, identifica los que te caracterizan, (también pueden caracterizarte rasgos contrarios)

VELADA A CARGO DE PABLO