martes  5 de julio: introducción a las parábolas y al campamento.

 

¿QUÉ ES UNA PARÁBOLA?

Las parábolas fueron la forma de hablar y de enseñar más características de Jesús. Son pequeños relatos con escenas de la vida real, narrados en forma de comparación, para traer la atención de los oyentes sobre un punto central y suscitar su interés y su adhesión.

 

         ¿Por qué hablaba en parábolas? Haciendo un poco de historia, hay que tener en cuenta que en la cultura judía la imagen era superior a la palabra, ya que, se consideraba que la imagen en el punto de apoyo de la inteligencia, desde ella se puede llegar muchos más lejos de lo que alcanzaría el lenguaje de puras ideas. Pero, al mismo tiempo, es un lenguaje que hay que descifrar. El motivo por el que Jesús habla de esta forma lo encontramos en los siguientes motivos:

 

¿Todas son iguales? Pues, no las parábolas se valen de un léxico similar pero podemos dividirlas en tres grandes grupos:

 

1.                          Su tema central es el reino de los cielos y que fueron, sin duda, pronunciadas en un ambiente campesino.

2.                          Tiene como predominio el tema de la misericordia. Son las parábolas más conocidas, como la del Buen Samaritano, el hijo pródigo, Lázaro,...

3.                          Comprende sólo 6 parábolas. Son narraciones más dramáticas, sus personajes se juegan la vida o el destino.

 

Pero, ¿Qué significan? Como todos sabemos tienen un doble significado. A nivel superficial, la parábola habla de siembra o de pesca; pero en un nivel más profundo apunta a algo diferente y exige, por tanto, una interpretación. ¿A qué realidad se refiere? La realidad aludida siempre es el reino de Dios: su venida con gratuidad, su presencia, que exige una decisión y sus implicaciones. La mayoría comienzan igual: “El reino de los cielos se parece...” Está en el oyente descubrir esa relación, sólo puede entender lo que dice esa parábola íntegramente el que escucha con fe; por tanto el que se abre a Jesús y el que pone su confianza en Él.

A través de las parábolas Jesús trataba de impactar a sus oyentes y provocar en ellos una respuesta. Jesús las ha contado no tanto, para enseñar algo a sus oyente, cuanto para cambiar algo en sus vidas. La parábola no es sólo un medio de desencadenar un proceso de transformación de la persona debido a la irrupción del Reino de Dios en la historia humana.

OBJETIVO:  Conocer más de cerca qué es y cómo está hecha una parábola para actualizar cada día su significado.

 

DINÁMICA Una vez ya sabemos que es una parábola, vamos a averiguar cómo andamos de conocimientos “parabólicos”.

         Todos hemos jugado al Trivial o a la Oca y sabemos tirar un dado y mover las fichas, pues en eso consistirá esta reunión. Cómo toma de contacto con este mundo hemos elaborado una serie de preguntitas “fáciles” tomando como eje central las parábolas que nuestros participantes deberán de ir contestando si quieren llegar al conocimiento absoluto y ganarse un gran respeto entre los miembros de su grupo.

 

MATERIAL: Tablero parabólico (con 50 casillas de las cuales 5 son parábolas, 3 turno perdido y 1 la muerte), fichas, dados y preguntas.

 

 

EL JUEGO DE LA OCA

 

Preguntas relacionadas con el tema de las parábolas. Los números corresponden a las casillas

 

  1. ¿Quién hablaba con parábolas? Jesucristo
  2. ¿Dónde transcurren la mayoría de las parábolas? En el campo
  3. Dime 3 personajes que aparezcan en las parábolas de las ovejas y los cabritos. Jesús, ovejas y cabritos
  4. ¿Dónde cayeron las semillas que esparció el sembrador? Junto al camino, en el pedregal, en cardos y en tierra buena
  5. PARÁBOLA
  6. ¿Cuál es la hortaliza que da título a una de las parábolas y a una de las canciones más famosas de Jesús Girón? La mostaza
  7. ¿Cuál fue el 1º trabajo del hijo pródigo cuando dejó la casa de su padre? Daba de comer a los cerdos
  8. ¿Qué oficios son los más utilizados en las parábolas? Pastor, labrador y pescador
  9. ¿En qué parte de la Biblia aparecen las parábolas? Evangelios
  10. PARÁBOLA
  11.  ¿Con qué animal se identifica a San Lucas? Toro
  12. ¿Con qué animal se identifica a San Marcos? León
  13. ¿Con qué animal se identifica a San Mateo? Carnero
  14. ¿Con qué animal se identifica a San Juan? Águila
  15. PARÁBOLA
  16. Dime las parábolas que se han usado en el juego de la formación de grupos?
    1. Los 2 hijos
    2. Viñadores infieles
    3. Invitados de boda
    4. Amigo inoportuno
    5. La oveja perdida
  17. ¿Puede aparecer la misma parábola en distintos Evangelios? Sí
  18. ¿Cuál era la profesión de San Lucas? Médico
  19. ¿Cuál era la profesión de S. Mateo? Recaudador de impuestos
  20. UN TURNO SIN JUGAR
  21. ¿Qué “religión” es la más criticada en las parábolas? Los fariseos
  22. ¿Cómo se llamaba el hombre que resucitó Jesús? Lázaro
  23. ¿Quién bautizó a Jesús? San Juan Bautista
  24. ¿Qué se compró Judas con las 30 de plata? El huerto del alfarero
  25. PARÁBOLA
  26. ¿Cuánto pagaron a Judas por entregar a Jesús? 30 monedas de plata
  27. ¿Qué es una parábola?  Texto o narración que sirve para explicar el mensaje de Sto.
  28.  ¿Sobre qué se edificó la casa que resistió a la tormenta? Sobre piedra
  29. Nombra y canta 2 canciones basadas en las parábolas: Granito de mostaza, La lluvia cayó y el viento sopló...
  30. PARÁBOLA
  31. ¿Por qué se enfada el hermano del hijo pródigo? Porque aunque su hermano lo había abandonado, su padre hizo una fiesta a su regreso
  32. ¿Cuántos talentos dio el amo a cada jornalero? 1,2 y 10
  33. ¿Cuántos canastos sobraron en la multiplicación de los panes y los peces? 12
  34. ¿Qué cocinó el padre del hijo pródigo  a su regreso? Un cordero
  35. Acaba la frase: “ Es más fácil que entre un camello por el ojo de una aguja que lo haga un...       (rico en el reino de los cielos)
  36. UN TURNO SIN JUGAR
  37. ¿Dónde estaba Zaqueo cuando vio a Jesús? En un árbol
  38. ¿Cuántas veces negó Pedro a Jesús? 3
  39. ¿Cuántas veces cayó Jesús de camino al Calvario? 3
  40.  UN TURNO SIN JUGAR
  41. ¿Quién ayuda a Jesús a llevar la cruz? Simón de Cirene
  42.  ¿Qué le pasó a la semilla que cayó junto al camino? Se la comieron los pájaros
  43.  ¿Cuántas ovejas dejó el Buen pastor para ir a buscar  la perdida? 99
  44. Quien dijo: “Aparte de mí este Cáliz”    Jesucristo
  45. ¿Qué significa INRI? Jesús Nazareno rey de los judíos
  46. ¿Cuántas son las tribus de Israel? 12
  47. ¿Cómo entró Jesús en Nazaret? Sobre un pollino
  48. PARÁBOLA
  49. ¿Cómo se llamaba el río dónde bautizaron a Jesús? Jordán
  50. ¿Cómo se llamaban las 3 Marías? Pues Maria 1, María 2 y María 3

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

miércoles 6 de julio: descubrir la presencia de Jesús en el grupo (Mvto. Juvenil)

 

Para empezar, leeremos la parábola siguiente:

 

La parábola del Vergel 

Existió un maestro de sabiduría bueno y comprensivo con sus gentes. De sus labios bro­taron las más sabias enseñanzas que jamás ha­bía escuchado aquel pueblo.

Desde los habitantes de la montaña hasta los del valle, siguieron muchos años sus consejos. Desde los más altos gobernantes hasta los cam­pesinos sencillos y humildes buscaron en su doctrina y ejemplos la felicidad.

Y no es que el maestro se basara en grandes libros para aconsejar. Él simplemente observaba y aprendía a sacar enseñanza de cada cosa. Él decía: "las grandes cosas hallan respuesta en las cosas sencillas". La naturaleza siempre fue su gran maestra.

Cierto día se le acercó al anciano una persona que dijo ser el abad de un célebre monasterio. - ¿Qué deseas?, le preguntó el maestro.

El visitante, a modo de respuesta, le contó una triste historia: En otros tiempos su monas­terio había sido famoso en todo el mundo occi­dental. Había armonía entre todos y respiraban aires de felicidad. Como consecuencia de ello, se fue incrementando el número de personas que querían pertenecer a esa comunidad. Ahora eran muchos, y allí no había quien se entendie­ra. El abad le explicó al anciano que habían he­cho estudios psicológicos, pedagógicos, socioló­gicos y no encontraban solución.

- Aquello es el caos. Vuestra fama de persona sabia ha llegado hasta nosotros y por eso vengo a pediros consejo.

- Tranquilizaos -dijo el anciano-, veréis como tiene solución.

El anciano acompañó al Abad hasta el mo­nasterio y estuvo conviviendo con la comuni­dad unos días.

Pasado el tiempo, llamó el Abad y le dijo:

- Ya sé donde está el problema. Tienes entre tus manos un hermoso vergel, con árboles fru­tales de todas clases, pero tienes que conocer bien a todas y cada una de las frutas para saber­las tratar y que den el fruto adecuado.

Aquí hay personas que son como nueces: es­tán protegidas por una capa exterior dura, es muy difícil llegar a ellos, pero cuando lo consi­gues, son agradables.

Hay personas que son cerezas: pequeñitas, dulces, con aspecto agradable, pero siempre tie­nen que estar encima, y cuando las pruebas te puedes romper un diente con el hueso.

Hay algunos que son naranjas: si los pruebas antes de temporada son agrios y desagradables, pero si les das tiempo para madurar son muy agradables, con mucho sabor, y aportan bastan­tes vitaminas.

Hay otros que son higos chumbos: siempre con pinchos, siempre molestando y dejan un pincho muy difícil de quitar.

Hay algunos que son espárragos: no saben a nada, pero son buenos para eliminar toxinas. Luego están los plátanos: siempre accesibles, siempre dulces, siempre buenos, pero engordan cantidad.

Hay otros que son chirimoyas: son buenos, pero tienen cantidad de semillas que no son co­mestibles y que hay que ir quitando una a una. Lo que queda es muy bueno, lástima que quede tan poco.

Hay otros que son peras: el aspecto exterior es verde, da la impresión de que no han madu­rado, pero cuando las pruebas están en su pun­to.

Hay otros que son sandía: con mucho sabor, mucho color y muy refrescantes. Lástima que sólo haya sandías en verano.

Quizás haya más frutas. Seguid vosotros mis­mos estas pistas para reconocer cómo sois. También he observado cómo funcionan estas frutas (perdón, estas personas), dentro del gru­po al que pertenecen.

Hay grupos que son fruteros: cada uno man­tiene su forma y su sabor. Son incapaces de mezclarse entre sí. Piensan que el que nace hi­go, higo tiene que morir. Son muy bonitos para adornar.

Hay grupos que son zumo. Son capaces de unirse a los demás, pero se mezclan de tal ma­nera que pierden totalmente su identidad, pier­da forma y sabor. El resultado, unas veces es agradable y otras veces es un sabor raro.

Hay grupos que son macedonia: son capaces de unirse a los demás aportando su sabor y su color, pero sin dejar de ser ellos mismos. Los pequeños permanecen enteros, y los grandes se dividen en trozos para aportar más al conjunto. El resultado es una buena mezcla.

Y de esta forma tan sencilla, comprendieron dónde estaba su equivocación, y el monasterio volvió a ser lo que era.

 

¿Y si hacemos un macedonio?

Nadie es una isla, cerrado en sí mismo. Cuando un trozo de Europa lo arranca el mar, toda Europa queda disminuida. Somos continentes, por eso nunca preguntes: ¿por quién doblan las campanas?... ¡Doblan por ti!

 

 Primera parte

Has leído la parábola del Vergel. Ahora te toca a ti pen­sar y definirte. Si queremos hacer una macedonia, tenemos que recoger frutas. Necesitamos conocer la calidad de cada una, su riqueza, su jugo...

Y tú...

 ¿En qué fruta te reconoces mejor?

- Cada uno somos una fruta: descubrir­se como fruta con todas las caracterís­ticas que yo tengo.

- Ver cómo se vive en soledad: ¿Somos capaces de vivir «solos», como cada uno somos?

-¿Qué enfermedades, qué madurez, qué gusto... tiene mi fruta? ¿Por qué?

¿Qué reconoces en esa fruta que exprese algo de ti?

-¿Cómo es tu cáscara?

 - ¿Qué esconde dentro?

 - ¿Cómo es tu jugo?

- ¿Qué siente dentro esa fruta?

-   ¿ Qué miedos e inquietudes oculta?

Segunda parte

• Objetivo

Hay que partir la fruta; descubrir el dolor de partirme para unirme a los otros; «ver» la experiencia que tengo que partirme...

- ¿Me parto o me echo entero para que lo demás no se mezcle conmigo...?

-  ¿El amargor de mi fruta da amargor a todo el conjunto?

Tercera parte

• Objetivo

Comparar la macedonia con el grupo: ver los defectos de fabricación; de dónde le viene la calidad; de dónde el sabor y cuál es, en fin, la vida de la macedonia. 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

jueves 7 de julio: ser capaz de ver a Jesús en el prójimo.

 

                           En la reunión se va a comentar el Juicio final, los valores que nos van a hacer entrar en el reino de Dios, el amor al prójimo, el darse cuenta de cómo actuamos con él, el juzgarnos a nosotros mismos y ver que podemos intentar cambiar para estar preparados para ese día.

 

TEXTO:

 

         Y tocaron las trompetas y Dios dijo: Se acabó. Y toda la gente que aún vivia se dio cuanta de que era el fin.

         Y se pusieron todos a la cola, en la puerta de la otra vida, arreglándose el vestido, peinándose un poco y frotando los zapatos con disimulo porque era la hora del juicio y había que estar presentables.

         Así que apareció San Pedro por la puerta leyendo a gritos su recado:

Por orden... que manda... que pasen los pobres..... los presos.... los que tienen hambre... . Y seguía su cantinela hasta que terminó con un sonoro “y todos los oprimidos” .

         Una macabra caravana se fue formando, y , sin más trámite, entró en el cielo.

         La fila quedó entonces mucho más vistosa. Todo lo sucio, lo feo, lo roto, lo desastrado había desaparecido, y los que quedaban se miraron sonrientes. Ahora vamos nosotros –pensaban todos.

         San Pedro, que había entrado a acompañar a los primeros, volvió a salir y, con cara de funcionario de ministerio , dijo: “Completo, ya no caben más”.

         Se organizó un revuelo tremendo.  ¡Cómo que no cabemos! ¡Ahí hay sitio para todos! ¡Estás loco, déjanos pasar!

         Asustado con la revuelta, San Pedro le gritó al ayudante “Corre, dile al Jefe que salga”... Y, al momento, vino Dios a la puerta y todos se callaron porque le tenían muchísimo respeto.

 

         -¿Qué pasa aquí? ¿A que viene este griterío?

         -Nada, Jefe, que les he dicho que está completo y se han puesto furiosos.

 

         -Por mis barbas. Pedro, que eres la monda... ¿Quién ha dicho que está completo? Te he dicho que ya están todos, que no es lo mismo...

 

         Pedro puso cara de ¡jolines! A Este no hay quien le entienda, pero se calló, y Dios siguió diciendo:

 

         -Ya están todos los que entraron por derecho propio –eso os lo dije ya hace muchos siglos-. Ahora, los que quedan, iréis pasando de uno en uno por esa mesa. En ella se sentará un representante de cada una de las pobrezas que hubo en la tierra, y juntos formarán un jurado. A ellos tendréis que demostrarles que, en la vida, fuisteis sus hermanos y, si ellos os reconocen como tales, iréis pasando. El cielo es para toda la familia... ¡Suerte! Yo os espero dentro, que ya ha empezado la fiesta.

 

 

   Juego de Rol

    

 

            Vamos a formar un tribunal y un acusado, todos los miembros del grupo pasarán por el papel de tribunal y de acusado y cada uno tiene que interpretar su papel.

 

Ejemplo: El tribunal estará compuesto por personas que representen a un pobre, a un hambriento, a un preso, a un oprimido, a un inmigrante, a un enfermo..... etc....

 

         Cada miembro deberá juzgar al acusado sobre como se ha portado con cada uno de ellos, de esta manera todos deberán reflexionar sobre como se comportan con cada una de estas personas en la vida real y sacar conclusiones de ellos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

viernes 8 de julio: descubrir la presencia de Jesús en el prójimo.

 

Partiremos de la lectura de la parábola del Buen Samaritano. Una vez leída explicaremos brevemente cada uno de los personajes que aparecen en dicha parábola:

 

-          Los bandidos: el camino de Jerusalén a Jericó era, muy inseguro. Una de las razones de la gran presencia de malhechores era el continuo empobrecimiento el que se veían sometidas las clases más desfavorecidas de la población, debido a la cantidad de impuestos que los judíos debían pagar a los romanos.

 

-          El sacerdote: en tiempos de Jesús, un hombre era sacerdote, no por vocación, sino por nacimiento: se debía pertenecer a la tribu de Leví y descender de la familia de Aarón. Su función se reducía a trabajar dos semanas al año en el Templo y a asistir, además, a las funciones más solemnes del culto, especialmente en Pascua. Durante el resto del año vivían en su pueblo natal trabajando en un oficio concreto. El sacerdote conocía la Ley y sabía lo que es la misericordia. Seguramente abandonó a aquel hombre porque si lo tocaba quedaba impuro, sin posibilidad, por tanto, de oficiar el culto litúrgico.

 

 

-          El levita: Al igual que los sacerdotes, los levitas lo eran por nacimiento: los descendientes de Leví que no procedían de la familia de Aarón ni de Sadoc. Vivían en un pueblo ejerciendo una profesión y ayudaban en los oficios del Templo. Podemos suponer que tanto ellos como los sacerdotes eran excelentes personas, sin embargo, la sociedad en la que vivían les había inculcado que era más importante “no tocar sangre” que “practicar la misericordia”.

 

-          El samaritano: los samaritanos eran considerados, por los judíos como gente baja y poco religiosa. El samaritano no se limita a sentir “lástima”, sino que añade una acción: le da algo de lo que tiene. Eso es la misericordia: capacidad de dar algo de lo nuestro, o, mejor, darnos a nosotros mismos.

 

-          El hombre herido: representa el sufrimiento de cualquier persona maltratada por la opresión y la injusticia, y, por tanto a Jesús. El rostro de Jesús torturado se nos revela en el rostro sufriente de cada persona que nos sale al encuentro en el camino de nuestra vida.

 

A continuación, los chavales han de trasladar esta parábola a la actualidad, cambiando los personajes de ésta por otros más actuales.

Así, una vez tengamos la parábola que se corresponde con nuestro tiempo, ellos habrán de identificarse con uno de los personajes. Algunas preguntas que nos pueden ayudar a reflexionar son las siguientes:

 

-          ¿Cuáles son nuestras excusas o razonas para comportarnos así?

-          ¿De qué personas nos cuesta hacernos prójimos?

-          ¿Qué debo compartir de lo que soy y tengo para ser samaritano?

 

 

 

 

sábado 9 de julio: descubrir nuestra historia en la Palabra de Dios (Familia)

            

Reunión “La Familia

                 Objetivo: “Intentar hacerles ver la importancia de la unidad familiar a partir de la parábola de la oveja perdida”

             Antes de empezar sería conveniente volver a leer la parábola ( Lucas 15, 3-7).

             Todos los miembros de una familia son importantes y tenemos que preocuparnos por todos. Sobre todo, hemos de estar atentos para intentar ayudar al que más lo necesite en una situación determinada. Hay que dejarlo todo por ayudar a algún miembro de nuestra familia. Hemos de aportar todo lo posible para que en nuestra familia haya una verdadera unidad, ¿cómo conseguirlo….? Respetando a los padres, aceptando sus consejos…, intentando no discutir con nuestros hermanos…etc 

            

             Preguntas para reflexionar sobre el tema:

-          ¿ Mi familia es un don? ¿Cuándo? ¿Por qué?

-          ¿Qué cosas positivas encuentro en mi familia?

-          ¿ Mi familia es una carga? ¿En qué situación?

-          ¿Qué cosas negativas destacaría de mi familia?

-          ¿Cómo estoy con mi familia? …Acomodado? Aporto lo mejor de mí? Mi comportamiento es positivo o negativo?

-          ¿Qué puedo hacer por mi familia?

-          ¿Qué no hago que debería hacer?

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

domingo 10 de julio: descubrir nuestra historia en la Palabra de Dios (amigos)

 

OBJETIVO: AMISTAD, No hay que fijarse en los defectos de los demás, todos hemos nacido con unos defectos y unas virtudes, por ello todos tenemos defectos criticables/   censurables.

 

La reunión se inicia dando a los niños un folio y un bolígrafo con los que elaborar una lista de defectos y cualidades personales:

DEFECTOS:

VIRTUDES:

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Tras dejar unos 10 minutos para elaborar la lista, se leerá la parábola: Lc 6, 39-45:

 

En aquel tiempo ponía Jesús a sus discípulos esta parábola: «¿Podrá un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán los dos en el hoyo? No está el discípulo por encima del maestro. Todo el que esté bien formado, será como su maestro. ¿Cómo es que miras la brizna que hay en el ojo de tu hermano, y no reparas en la viga que hay en tu propio ojo? ¿Cómo puedes decir a tu hermano: "Hermano, deja que saque la brizna que hay en tu ojo", no viendo tú mismo la viga que hay en el tuyo? Hipócrita, saca primero la viga de tu ojo, y entonces podrás ver para sacar la brizna que hay en el ojo de tu hermano.
«Porque no hay árbol bueno que dé fruto malo y, a la inversa, no hay árbol malo que dé fruto bueno. Cada árbol se conoce por su fruto. No se recogen higos de los espinos, ni de la zarza se vendimian uvas.
Él hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca lo bueno, y el malo, del malo saca lo malo. Porque de lo que rebosa el corazón habla su boca.

 

Luego se explicará el significado de la parábola a los chavales, para ello se os adjunta este material con el que se comprenderá mejor:

 

En el texto se pueden distinguir tres enseñanzas:

- Primera, uno no debe creerse demasiado sabio ni pretender dirigir a los demás, sino que tiene que conocer cuáles son sus propias posibilidades y la necesidad que todos tenemos de aprender y buscar luz. El discípulo siempre debe estar en estado de aprendizaje, intentando llegar a ser como su maestro, Jesús.

- Segunda, no pretender corregir a los demás sin haber mirado antes si nosotros tenemos algo por corregir. El texto es desmesuradamente hiperbólico (¡una viga en el ojo!), pero es que también es muy absurda la pretensión de arreglar la vida de los demás cuando uno tiene tantas cosas por arreglar en la suya. La exageración de la imagen muestra que Jesús debía tener especial interés en prevenir a sus discípulos ante esta manera de actuar, y que debía pensar que era muy fácil caer en ella.

- Tercera, una enseñanza sobre la manera de actuar y las actitudes de fondo, que se puede leer desde dos posiciones.

En primer lugar, qué son los hechos, el modo de hablar y de actuar, los frutos, lo que muestra quién es y cómo es cada persona. Es lo que resume la famosa frase emblemática de Mt 7,20 que Lucas no recoge: "Por sus frutos los conoceréis".

Y en segundo lugar, lo importante es saber qué llevamos dentro, qué criterios y qué actitudes de fondo nos mueven a actuar. Porque si lo que llevamos dentro es "tesoro de bondad", lo que aflorará serán frutos de bondad, mientras que si llevamos "tesoro de maldad", los frutos serán de maldad. Nuevamente, pues, nos hallamos con este elemento clave de la manera como Jesús entiende la actuación de sus seguidores y la suya propia, y  hay un "modo de ser", una manera de entender la vida y las relaciones con los demás, que es la del Reino, y otra que es contraria. (No estaría de más recordar que la palabra griega que traducimos por "conversión", metanoia, quiere decir precisamente, "cambio de manera de pensar y de ver las cosas").

 

Dos elementos significativos en la vida del cristiano resalta el contenido del texto: Por un lado, hace un llamado a la coherencia y a la autoridad moral: “¿puede un ciego guiar a otro ciego?”, y por otro a no juzgar o condenar al otro: “hermano, deja que te saque la pelusa que hay en tu ojo”. Si Dios nos ha perdonado y nos ha regalado su amor y su misericordia, con mayor razón nosotros debemos ser benévolos en nuestros juicios hacia los demás. Jesús insiste en este aspecto porque los seres humanos estamos propensos a juzgar y a condenar y muchas veces a creernos “más santos” o mejores que los demás. Recordemos que sólo Dios es el juez último y que “al final de nuestros días nos juzgaran en el amor”.

En el texto, lo que Jesús quiere decir es que no nos condenemos los unos a los otros, que tratemos de ser más indulgentes, que seamos compasivos y misericordiosos como nuestro Padre Dios es compasivo y misericordioso. Después de todo, también nosotros somos humanos. Las palabras de Jesús son un llamado a que descubramos nuestro propio pecado, “la viga que hay en nuestro ojo”, a que nos pongamos en guardia para que sepamos reconocer nuestras debilidades antes de intentar corregir los defectos de los otros. Estas palabras llaman a la coherencia y a la autoridad moral que debemos tener en la corrección fraterna. Si así obramos, nuestra intervención correctora será comprendida y respetada.

En definitiva lo que Jesús nos ofrece es un proceso educativo ético. Según él, lo más urgente es tomar conciencia de la propia hipocresía y trabajar sobre uno mismo. Pero para lograrlo, necesitamos tener una relación sana con los demás, ya que solos no podríamos salir de nuestra ceguera. La originalidad de los consejos de Jesús está en que él mismo toma la iniciativa de esta relación, sin la cual no podríamos superar nuestra falsedad. Las cinco etapas de esta pedagogía, que para Lucas es una pedagogía eclesial, son las siguientes: 1. renuncia a ser juez de los demás; 2. apertura a las palabras de Jesús que me interpela con amor y esperanza; 3. reconocimiento de mi propio pecado; 4. compromiso de ser un ser humano nuevo; 5. sólo entonces, la imitación posible de Jesús y el permiso para ser maestro del otro. Es preciso que yo sea un ser humano nuevo para tener derecho de proponer a los demás un cambio en su vida.

 

CIEGOS, GUIAS DE CIEGOS

¿Puede acaso un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán los dos en el hoyo? Un discípulo no es más que su maestro, aunque, terminado el apren­dizaje, cada uno le llegará a su maestro. ¿Por qué te fijas en la mota del ojo de tu hermano y no te fijas en la viga que llevas en el tuyo?

Tarea difícil la de amar de esa manera. Tarea que nos exige una constante atención, pues siendo como somos bastante limitados, más de una vez traicionaremos este ideal; la meta está colocada muy arriba y todos nos sentiremos cansados alguna vez, y la presión del mundo que nos rodea nos hará ser incoherentes con la decisión de seguir a Jesús, el maestro, que nos va mostrando la dirección en la que debemos caminar.

Cuando esto nos suceda, una de las tentaciones que con más probabilidad se nos presentará será la de excusarnos diciendo que también los otros se equivocan, y más gravemente o con mas frecuencia aún que nosotros; que lo que deberían hacer todos es imitarnos a nosotros... Jesús nos advierte del peligro de no ver otra cosa que las equivocaciones de los demás, dejando de lado nuestros graves errores, y de lo peligroso que puede ser el que un hermano, olvidando sus límites, pretenda convertirse en guía de sus hermanos, quitándole el puesto al único maestro.

Jesús se refiere a las relaciones entre sus seguidores, en el interior de la comunidad: «¿Por qué te fijas en la mota del ojo de tu hermano... » Eso no excluye que los miembros de la comunidad juntos, y sin que ninguno se convierta en juez de nadie, intenten descubrir las equivocaciones de cada uno para ayudarse a superar las limitaciones individuales; tampoco queda excluido, cuando alguien rompe con un hermano, que se le pidan cuentas, que se dialogue y que se intente recom­poner la unidad perdida; eso sí, con el perdón ya dispuesto y preparado (Lc 17,1-4). Y, por supuesto, estas palabras de Jesús no excluyen el que la comunidad sea y actúe como conciencia crítica del orden social que está empeñada en cam­biar, denunciando la injusticia y la falta de amor del mundo éste.

 

Tras esto los chavales procederán a leer cada uno su lista; no se debe buscar machacar/humillarse por los defectos ni vanagloriarse o ensalzarse por las virtudes, lo que se debe conseguir es destacar estas dos ideas de forma muy clara:

-       Las virtudes son dones regalados por Dios, que debemos aprovechar para el bien común, no es algo de lo que sentir vergüenza, ni tampoco para esconder o guardar en un cajón.

-       Los defectos, es algo que está ahí, no hemos nacido perfectos (nadie lo es), por eso hemos de intentar minimizarlos y con la ayuda de los demás (amigos, familia, educadores, grupo…) tratar de que no nos afecten y aprender a aceptarse con ellos.

 

Finalmente se llegará a un compromiso individual, que se puede compartir o no con su grupo, que debería partir de la siguiente enseñanza:

“Actitudes que debemos tener ante las personas/amigos más discriminados, menos aceptados, que más sufren, más criticados...”

 

 

 

lunes 11 de julio: descubrir nuestra historia en la Palabra de Dios (Esfuerzo, trabajo, estudios...)

VER

         A continuación vamos a puntuarnos del 0 al 10 según cumplamos cada talento. De esta forma conoceremos nuestra capacidad de aceptación y nuestras ansias de cambiar.

 

TALENTOS

PUNTUACIÓN

Simpatía

 

Constancia

 

Compartir

 

Comprensión respecto a otros

 

Humildad

 

Aceptación de uno mismo

 

Colaboración

 

Ayuda

 

Respeto

 

Tolerancia

 

Violencia

 

Rabia

 

Egoísmo

 

Racismo

 

Prepotencia

 

Superioridad

 

 

A parte de estos ¿Que talentos posees?

 

 

JUZGAR

 

Texto para los educadores: La distribución de los talentos

Pregunta: ¿Por qué les dio el Señor cinco talentos a un siervo, dos a otro y solo uno a un tercero?

El trasfondo de la parábola de los talentos fue tornado de la cultura del tiempo de Jesús. Era común en ese tiempo que los señores hacendados se tomaran un tiempo largo de vacaciones y que dejaran sus posesiones en manos de sus siervos para que éstos las trabajaran. En el caso de esta parábola, el amo repartió sus bienes entre tres de sus siervos. A uno le dio cinco talentos, a otro dos y al otro uno. Los tres tenían que trabajar como siervos fieles para incrementar los recursos que el patrono había puestos en sus manos.

Discusión doctrinal: La Biblia enseña igualdad, pero eso no significa que todos en la iglesia tengan idénticos dones. La igualdad que se da es una igualdad en oportunidades para todo ser humano. El que recibe un solo talento tiene la oportunidad de hacer el mejor uso posible de lo que se le ha dado, como la tiene el que ha recibido cinco talentos. La cuestión no es el número de dones recibidos sino más bien el uso que se haga de ellos. El amo de la parábola no estaba muy interesado en la diferencia en el número de talentos sino en la forma en que los siervos los usarían. En resumen, los humanos no son iguales en cuanto a dones y talentos pero sí lo son en cuanto a la oportunidad de usarlos.

Los discípulos deben de haber percibido el sentido profundo de esta parábola. Jesús pronto se alejaría de dos para volver a la diestra de su Padre en el cielo. Antes de irse les encomendó las enseñanzas del reino. El esperaba que durante su ausencia física ellos hicieran el uso más sabio de los dones y recursos que les había dado. No esperaba que todos tuvieran las mismas habilidades para la proclamación del evangelio, pero sI requería que todos usaran las oportunidades al máximo para el incremento de lo que les había dado.

En otro lugar aparece el principio que Jesús estableció para esto: "A todo aquel a quien se haya dado mucho, mucho se le demandará; y al que mucho se le haya confiado, más se le pedirá" (Lucas 12:48). Lo contrario también es cierto. Al que se le da poco, poco se le pide. En esto se ve la justicia absoluta de Dios. El jamás pedirá más de lo que ha dado. Lo único que exige es que cada uno se consagre a usar de la mejor manera posible los dones que ha recibido. Por eso dice: "A cada uno conforme a su capacidad."

-         Lectura de la parábola: Mt 25, 14-30.

-         Reflexión y análisis de la parábola

Los talentos no sólo representan las pertenencias materiales. Los talentos son también las cualidades que Dios nos ha dado a cada uno.

Vamos a reflexionar sobre las dos enseñanzas del evangelio de hoy. La primera alude al que recibió cinco monedas y a su compañero, que negoció con dos. Cada uno debe producir al máximo según lo que ha recibido de su señor. Por eso, en la parábola se felicita al que ha ganado dos talentos, porque ha obtenido unos frutos en proporción a lo que tenía. Su señor no le exige como al primero, ya que esperaba de él otro rendimiento.

Igualmente se aplica a nosotros, según las posibilidades reales de cada individuo. Hay personas que tienen gran influencia sobre los demás, otras son muy serviciales, otras, en cambio, son capaces de entregarse con heroísmo al cuidado de personas enfermas, los hay con una profesión, con un trabajo, con unos estudios, con una responsabilidad concreta en la sociedad...

Pero puede darse el caso del tercer siervo del evangelio: no produjo nada con su talento. A Cristo le duele enormemente esa actitud. Se encuentra ante alguien llamado a hacer un bien, aunque fuera pequeño, y resulta que no ha hecho nada. Eso es un pecado de omisión, que tanto daña al corazón de Cristo, porque es una manifestación de pereza, dejadez, falta de interés y desprecio a quien le ha regalado el talento.

ACTUAR

El que ama de verdad no deja escapar ninguna ocasión para aprovechar sus dones y hacerlos fructificar en bien de los demás.

Analiza tu jornada.

-   ¿Qué has hecho hoy?

-   ¿Qué cualidades han dado su fruto?

-¿Cuántas veces has dejado sin hacer lo que debías?


 

martes 12 de julio: Ver en la eucaristía el origen y la meta de nuestra vida cristiana.

La parábola de la gran cena (Lucas 14, 15-24)

 

 

OBJETIVO:

Aprender a escuchar la llamada de Dios, el nos invita en múltiples ocasiones a su gran banquete, y no estamos atentos a esa llamada para acudir a su invitación.

 

DESARROLLO DE LA REUNIÓN:

1. La reunión se inicia con la lectura de la parábola Lc 14, 15-24:

Habiendo oído esto, uno de los comensales le dijo: «¡Dichoso el que pueda comer en el Reino de Dios!» Él le respondió: «Un hombre dio una gran cena y convidó a muchos; a la hora de la cena envió a su siervo a decir a los invitados: "Venid, que ya está todo preparado." Pero todos a una empezaron a excusarse. El primero le dijo: "He comprado un campo y tengo que ir a verlo; te ruego me dispenses." Y otro dijo: "He comprado cinco yuntas de bueyes y voy a probarlas; te ruego me dispenses." Otro dijo: "Me he casado, y por eso no puedo ir." «Regresó el siervo y se lo contó a su señor. Entonces, airado el dueño de la casa, dijo a su siervo: "Sal en seguida a las plazas y calles de la ciudad, y haz entrar aquí a los pobres y lisiados, y ciegos y cojos." Dijo el siervo: "Señor, se ha hecho lo que mandaste, y todavía hay sitio." Dijo el señor al siervo: "Sal a los caminos y cercas, y obliga a entrar hasta que se llene mi casa." Porque os digo que ninguno de aquellos invitados probará mi cena».

 

2. Tras leer la parábola se inicia un pequeño diálogo con los chavales para ver que han comprendido de su lectura, para ello les haremos estas preguntas:

·        ¿Qué opinión tienes sobre la cena que describe Jesús en la parábola?

·        ¿Por qué sus amigos no aceptaron asistir a la cena?

·        ¿Qué hizo el rico cuando sus amigos no aceptaron ir a la cena?

·        ¿Cómo lo catalogarías a las personas que no asistieron a la cena?

·        ¿Qué te agradó de la parábola?

 

3. Posteriormente se va a intentar desentrañar las diferentes actitudes de los protagonistas de la parábola: (para ello cada chaval le pondrá un adjetivo a cada una de estas personas, que anotaremos en la tabla inferior)

·        Rico que invita a sus conocidos a la cena

·        Siervo del rico

·        Conocidos del rico que no aceptan su invitación, le ponen excusas para no ir.

 

RICO:

SIERVO DEL RICO:

PERSONAS QUE RECHAZAN LA INVITACIÓN:

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

4. Una vez hemos comentado estas actitudes contestamos a estas tres preguntas:

·        ¿En qué situaciones de mi vida actúo como el rico de la parábola?

·        ¿En qué situaciones de mi vida actúo como el siervo del rico de la parábola?

·        ¿En qué situaciones de mi vida actúo como los invitados de la parábola?

 

5. Tras toda esta reflexión sobre las actitudes ante la llamada para la Eucaristía, conviene buscar un compromiso evaluable y que pueda ser cumplido para que cada persona se lo imponga a nivel individual o uno genérico para todos los miembros del grupo.Material para reflexión y mejor comprensión de la lectura (Solo para educadores):

1) En múltiples ocasiones Jesús utiliza la imagen del banquete para hablarnos de la Patria celestial. Nuestro Padre no se cansa de invitarnos a su casa. No le basta con invitarnos una vez, cuando todo está ya listo, vuelve a enviar a un criado para recordárnoslo. Impresionan estas palabras, "sal por los caminos y senderos e insísteles hasta que entren y se me llene la casa", pues denotan el auténtico interés de Dios que nos busca desesperadamente. Tiene sitio en su casa y no quiere que se queden plazas vacías. Realmente Jesús nos trae una imagen del Padre totalmente novedosa. Atrás se queda el Dios justiciero, celoso e incluso vengativo, un Dios que nunca fue así, un Dios de corte demasiado humano. A través de Jesús conocemos al Padre hasta el punto de convertirse en un amoroso "Papá" (Abba) que perdona, que sale a nuestro encuentro, un Padre que se regocija enormemente ante cualquier pequeño paso que damos hacia Él.

"¡Dichoso el que coma en el banquete del Reino de Dios!" ¿Qué esperamos para hacer nuestras estas palabras? ¡Dichosos somos, pues Nuestro Señor, nos invita a su banquete cada día, Él viene a nuestro encuentro, se nos ofrece en la Eucaristía, Él es Pan de Vida, Pan que sacia el hambre, primicia del banquete definitivo en el Reino de Dios! Así es, somos privilegiados frente al comensal que le dijo a Jesús las expresivas palabras con las que hemos iniciado este párrafo. Nosotros, a diferencia de Él, ya hemos compartido, en cierta manera, la mesa con el Señor. ¡Cuántas veces se queda también Él esperándonos en el altar! ¡Cuántas veces nos excusamos en nuestras múltiples ocupaciones! El Señor hace todo lo posible por acercarnos a Él, se vuelca hacia nosotros, Él siempre es fiel, sólo espera que le correspondamos. ¿Dónde se ha visto que un anfitrión invite al mismo banquete dos veces? Si nosotros ya hemos avisado a nuestros invitados una vez, no salimos a buscarlos cuando todo está preparado, contamos con que vengan y, si no, ¡ellos se lo pierden! Demos gracias a Dios, que no conoce la soberbia ni el respeto humano, y en su generosa providencia nos espera y nos insiste. Que nuestras pequeñeces materiales, nuestros asuntos, nuestras comodidades, nuestros apegos, no nos impidan acudir a su llamada.

 

2) La gratitud es una flor exótica que cada día resulta más difícil encontrar. Quizás esta florecilla no abundó nunca en la historia de la humanidad.

Hoy Jesucristo nos presenta la parábola de los invitados que rechazan acudir a la boda. ¿Por qué estas personas rechazan la invitación? Era una gran cena; el que la organizaba seguro que no habrá escatimado nada en su preparación.

Seguramente habría platos exquisitos, y además, siendo un señor de importancia, habría invitado a personas distinguidas de la sociedad de entonces. ¿porqué se rechaza la invitación? Yo no tengo la respuesta, pero tengo otra pregunta.

Cristo se encarnó. Dios hecho hombre por nosotros. Nos suena “de toda la vida” esta frase, sobre todo repetida en los días de Navidad que se están acercando, pero de tanto repetirla, quizás no caemos en la cuenta de que ahí cometimos la mayor ingratitud que se ha cometido en la historia de la humanidad: “los suyos no le recibieron”. Porque si la gratitud es el reconocimiento por un don que se recibe, para un cristiano la gratitud nace de la fe en Cristo. Y a veces parece que Cristo necesita mendigar para que los hombres acepten el amor que les ofrece, cuando somos nosotros los que deberíamos esforzarnos por mostrarle nuestro amor.

Está en nuestras manos hacer del mundo un inmenso jardín en el que la gratitud no sea una flor exótica, sino que sea la flor de cada hogar, de cada familia, de cada sociedad.

 

3) Cuando la persona renuncia a vivir desde sí misma, descubre un misterioso designio sobre su propia vida. Entonces es capaz de escuchar la voz de Dios y de experimentar la energía del Espíritu que la conduce y guía hacia "lo desconocido". La experiencia vocacional ha sido comparada con una "seducción" o una "atracción irresistible". Jesús, el Hijo de Dios, nos sale al encuentro, nos corta el camino y nos invita a cambiar de pista y seguirlo.

La llamada sucede, en un primer momento, casi de modo imperceptible. Los acontecimientos felices o los momentos de desaliento, sucesivos a la experiencia de frustraciones o desilusiones, son lenguaje de Dios. Lo cierto es que la voz de Dios, en un momento concreto, resuena en lo hondo de la persona y remueve estratos que permiten ponerse en sintonía con ella: "escucha hijo, inclina el oído". Se experimenta, por vía de contraste o de coincidencia con las aspiraciones más profundas, la seducción de un modo de vivir y manifestar Jesús de Nazaret su amor al Padre y a sus hermanos los hombres. Se experimenta la urgencia de cambiar el estilo de vida, de romper con el monótono y repetitivo cristianismo de prácticas sin mayores complicaciones, en las que se buscaba, casi siempre de manera inconsciente, ganarse la benevolencia de Dios.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

miércoles 13 de julio: Ver en la eucaristía el origen y la meta de nuestra vida cristiana.

 

El pan del cielo (Jn 6, 32-35.50.51)

 

Nuestros antepasados comieron el maná en el desierto, como dice la Escritura: les dio a comer pan del cielo. Jesús les respondió:

-         Os aseguro que no fue Moisés quien os dio el pan del cielo. El pan de Dios viene del cielo y da la vida al mundo.

Entonces le dijeron:

-         Señor, danos siempre de ese pan.

Jesús les contestó:

-         Yo soy el pan de la vida. El que viene a mi no volverá a tener hambre; el que cree en mi nunca tendrá sed

 

(...) Éste es el pan del cielo, y ha bajado para que quien coma no muera.

 

(...) Jesús dijo:

-         Yo soy el pan vivo bajado del cielo. El que come de este pan vivirá siempre. Y el pan que yo daré es mi carne. Yo la doy para la vida del mundo.

 

Objetivos:

-         Recordar que Jesús nos da a beber de su agua y comer de su pan en la eucaristía.

-         Reflexionar sobre el significado de “Yo soy el pan de la vida”

 

Reflexión:

         ¿Qué dice la palabra?

Este texto se encuentra inmediatamente después de la narración de la multiplicación de las panes y los peces a la orilla del río Tiberíades y de que demuestre que puede andar sobre las aguas.

La multitud congregada empieza a verle como profeta y le buscan.

Jesús aprovecha para recriminarles que le sigan sólo por saciar su hambre con alimento transitorio (multiplicación de los panes y los peces) y les insta a esforzarse a conseguir el alimento permanente.

Es en este momento cuando empieza la narración que nos ocupa. Jesús se muestra como el pan y el agua enviado por su padre. Les recuerda cómo Dios también mandó el maná a sus padres en el desierto: “les dio a comer pan del cielo”.

Les dice: “Yo soy el pan de vida. El que coma de mi no volverá a tener hambre, el que cree en mi, nunca tendrá sed”. Y en otro momento del texto dice: “el que coma de este pan vivirá para siempre”.

        

¿Qué me dice la palabra?

Jesús es quien alimenta nuestras vidas, el que nos da la felicidad. Si confiamos, si nos dejamos guiar, si creemos en él, nos garantiza la verdad y la vida. No iremos como aquellos dando tumbos de un lado a otro, desconcertados, sin saber qué queremos, buscando verdades en cosas banales que no ayudan  a vivir.

Complicarse la vida con Jesús podemos compararlo con el verdadero amor o la verdadera amistad: uno de los primeros signos del enamorado es la falta de apetito, la sonrisa siempre en la boca,  canturrea, se nota una mejora en el comportamiento y actitudes hacia los demás, saca lo mejor de sí mismo. Así dice Jesús que debemos vivir nuestro compromiso cristiano: si me amáis como yo os amo, si confiáis en mi palabra y las enseñanzas del Padre, quedaréis saciados y viviréis para siempre.

 

Con esta reunión se pretende que los chicos descubran a Jesús en lo sencillo: en el abrazo de un amigo, Jesús es quien me abraza. En la persona a la que quiero o la que me gusta, esta Dios mostrándome lo bello que es el amor. Queremos que descubran que enamorarnos de Jesús es una buena opción de vida, será el amigo que siempre está; unas veces se llama Juan, otras mamá, otras, María, otras, profesor de inglés,... no tenemos necesidad de alimentarnos de otras fuentes si no es de la que me hace ser feliz.

 

Y este alimento se nos da en la EUCARISTÍA. Oímos su palabra, hablamos con el Padre por medio de la oración y se da a sí mismo como pan y vino. Como hizo otro día con los discípulos de Emaús, cada domingo, se repite la historia, se hace el encontradizo para hablarnos y darnos de comer su carne y beber su sangre. Este es nuestro alimento, el que debe saciarnos siempre.

 

         Dinámica

1. Lectura de la palabra sin que el educador haga ningún comentario

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

jueves 14  de julio: Ver en la eucaristía el origen y la meta de nuestra vida cristiana.

 

OBJETIVO: Descubrir las actitudes propias de los chavales durante la celebración de la Eucaristía. Aprender a vivirla de otro modo más activo y participativo.

Hacer descubrir a los chavales que hemos sido elegidos por el Señor para seguirle. Que ha sido Él quien nos ha escogido, según dice en la Parábola del día.

 

PRIMERA PARTE:  La primera parte de la reunión se desarrollará de la siguiente manera. Se leerá esta carta en el grupo. Es una carta de un chaval de una edad similar a la suya con unas inquietudes acerca de la celebración de la Eucaristía y de sus vivencias en ella. En esta carta le pide a una sacerdote que le conteste sobre sus dudas y razonamientos. Pero será en este momento cuando le repartiremos a cada uno de los chavales del grupo un folio y un bolígrafo. En este folio contestarán a “Bernhard” (el chico de la carta). Contestarán sinceramente lo que piensan o cómo le pueden ayudar.

 

Una vez han contestado todos los componentes del grupo leeremos sus respuestas y comentaremos las siguientes preguntas a modo de encuesta:

-          La Eucaristía es la celebración más importante para un cristiano. Pero ¿cómo la celebramos?¿cómo es nuestra participación en ella?

 

1.- Es algo importante en mi vida cristiana (MUCHO, BASTANTE, POCO, NADA)

2.- Es un momento para sentirme más unido a los demás (MUCHO, BASTANTE, POCO, NADA).

3.- Es una ocasión para vivir el perdón (MUCHO, BASTANTE, POCO, NADA).

4.- Supone para mí un encuentro con Jesús (MUCHO, BASTANTE, POCO, NADA).

5.- Escucho con atención la Palabra de Dios (MUCHO, BASTANTE, PCOO, NADA).

6.- Pido al Señor con los demás por los problemas del mundo (MUCHO, BASTANTE, POCO, NADA).

7.- Salgo animado a mejorar mi vida (MUCHO, BASTANTE, POCO, NADA).

8.- Algunas de estas expresiones te resulta familiar:

“ No voy a misa porque  me aburro mucho en ella””Los que van a misa son peores que los que no van, por eso no voy””No voy a misa porque mis compañeros no van””Puedo rezar en casa sin necesidad de ir a misa””Para mí ir a misa es una pérdida de tiempo. Sería mejor aprovecharlo para ayudar a alguien”.

 

Una vez pegado un repaso a todas sus vivencias en la Eucaristía, y a su modo de vivirla, leeremos la carta que el sacerdote le escribió a Bernhard para obtener un visión más real y clara.

 

Una vez leída esta respuesta del sacerdote a Bernhard surgirán nuevas dudas y nuevos razonamientos que se deberán comentar en la reunión, intentando en todo momento, que descubran la importancia de vivir la Eucaristía en Comunidad, comer el Pan de Vida y orar todos juntos como hermanos a nuestro Padre.

De la vivencia de la Eucaristía depende mucho la predisposición con la que vayamos al templo. Es en esto en lo que más hincapié deberemos poner para sus posteriores celebraciones.

 

 

Para terminar la reunión en función de cómo haya ido, (si viésemos que se hace muy larga no es necesario), leeremos la Parábola del día.

 

“EL FESTÍN DE LAS BODAS” MATEO 22, 2-14

 

Una vez leída la parábola relacionaremos los diferentes personajes y símbolos: boda, trajes, invitados, el rey, etc.

Intentaremos relacionar la boda de la que se habla en la parábola con la Eucaristía, y el traje de los invitados, con el modo en que la vivimos y la predisposición con la que vamos. Los invitados somos todos los cristianos, el rey es Dios, etc.

 

Haremos hincapié en la frase final de la parábola: “Son muchos los invitados pero pocos los escogidos”.

 

Debemos hacerles descubrir a los chavales que son elegidos por el Señor, que están aquí porque Él quiere que estén y que le sigan, asumiendo las pruebas y dificultades del camino.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

viernes 15 de julio : revisión del campamento. Acción de gracias.

 

Evaluación del campamento

 

 

1.                      Preparación del campamento (antelación, coordinación, material, inscripciones...)

 

2.                      Organización (sacerdote, jefe de campamento, intendente, cocineras, grupo de educadores)

 

 

3.                      Instalaciones y servicios (campamento, zonas de acampada, piscina, comida, enfermería)

 

4.                      Tema y contenidos del campamento (objetivos, ambientación)

 

 

5.                      Actividades realizadas (reuniones, juegos, marchas, horarios)

 

6.                      Relación entre los educadores.

 

 

7.                      Relación de los educadores con los chavales acampados.

 

8.                      Puntos que reforzarías para el próximo campamento (aquí puedes señalar lo que quieras o algo que se nos haya olvidado)