Parroquia Asunción de Nuestra
Señora de Torrent
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Campamento Juveniles 2006, “Dar respuesta a las inquietudes de nuestros jóvenes desde un punto de vista cristiano”.
oraciones
Culturas
(oración de la noche día 10)
CANTO: Al caer de la tarde
LECTURA: Mateo 5, 13-16 (Función de los discípulos)
La tarde está cayendo. Es de noche en las estrellas del cielo y en los álamos del río. Me he acostado, lleno el cuerpo de cansancio y el sueño ha cerrado mis ojos. De pronto me he encontrado que era un pordiosero. Vestido de andrajos y con las alforjas llenas de mendrugos de pan, caminaba por el sendero polvoriento. Iba yo pidiendo de puerta en puerta cuando su carro de oro apareció a lo lejos como un sueño magnífico. Yo me preguntaba maravillado quién sería aquel rey de reyes.
Mis esperanzas volaron hasta el cielo y pensé que mis días malos se habían terminado. Y me quedé aguardando limosnas espontáneas, tesoros derramados por el polvo.
La carroza se paró a mi lado. Él me miró y se bajó sonriendo. Sentí que la felicidad de la vida me había llegado al fin. De pronto me tendió la diestra diciéndome:
- ¿Puedes darme alguna cosa?
- Ah, qué ocurrencia la de su realeza pedirle algo a un mendigo.
Yo estaba confuso y no sabía que hacer. Luego saque despacio de mi saco un granito de trigo y se lo di.
Pero, qué sorpresa la mía cuando, al vaciar por la tarde mi saco en el suelo, encontré un granito de oro en la miseria de un montón. Qué amargamente lloré por no haber tenido corazón para darme todo. Entonces quise salir de nuevo al camino. Buscar en la lejanía la polvareda de su carroza. Pero ya no se podía ver nada en la bruma del horizonte. Cogí la arena del camino para cubrir con ella mis ojos, pero entonces desperté.
Ya la aurora temblaba entre los árboles. Un paisaje brillante de ruiseñores llenaba de color el nuevo amanecer. Me sentí y salí fuera para ir al trabajo. Caminaba pensativo. Tenía la impresión de que yo era un pordiosero.
Cuando ya llevaba un trecho de camino vi que un hombre venía hacia mí. Al acercarse comprobé que sus facciones eran semejantes a las del rey de mis sueños. No eran las mismas, pero en ellas había una dulce paz que me iluminaba las pupilas de una forma especial. Al llegar junto al río, me miró de una forma especial y me dijo.
- ¿Puedes ayudarme un poco? -Sentí un temblor pequeño en el cuerpo. Le respondí que sí, sin detenerme a pensar si quiera para qué me podía necesitar. Volví la espalda a mi camino y me puse a caminar a su lado. Entonces él me estrechó con su mirada y me dijo:
- Gracias hermano.
Una oleada de paz salpicó todo mi cuerpo. Me había llamado hermano. En mi pecho sentía que mi corazón se bañaba de oro.
PRECES
- Señor te pedimos que a lo largo de este campamento seamos capaces de darnos a los demás como el protagonista de la historia que acabamos de leer. Te pedimos que nos hagas darnos cuenta de que no hay diferencia entre nosotros, que somos iguales y que cuanto más nos demos más cerca de ti estaremos.
TE LO PEDIMOS SEÑOR
PADRENUESTRO
CANTO: Bona nit i bon dormir
(oración mañana día 11)
CANTO: Alegre la mañana
LECTURA: I Corintios 14, 10-12
ORACIÓN: JESÚS NO TIENE MANOS
Jesús no tiene manos.
Tiene sólo nuestras manos para construir un mundo donde habite la justicia.
Jesús no tiene pies.
Tiene sólo nuestros pies para poner en marcha la libertad y el amor.
Jesús no tiene labios.
Tiene sólo nuestros labios para anunciar por el mundo la Buena Noticia de los pobres.
Jesús no tiene medios.
Tiene sólo nuestra acción para lograr que todos los hombres sean hermanos.
Jesús, nosotros somos tu Evangelio.
El único evangelio que la gente puede leer,
Si nuestras vidas son obras y palabras eficaces.
Jesús, ayúdanos a desarrollar nuestros talentos y a hacer bien en todas las cosas.
PADRENUESTRO
CANTO: Es un pequeño amanecer
Familia
(12 y 13 de julio)
Juan 15, 9-17
Romanos 12, 3-13
Mateo 5, 20-24
Señor, en el silencio de este día que nace, vengo a pedirte paz, sabiduría y fortaleza.
Hoy quiero mirar el mundo con ojos llenos de amor; ser paciente, comprensivo, humilde, suave y bueno.
Ver detrás de las apariencias a tus hijos, como los ves Tú mismo, para, así, poder apreciar la bondad de cada uno.
Cierra mis oídos a toda murmuración, guarda mi lengua de toda maledicencia, que solo los pensamientos que bendigan permanezcan en mí.
Quiero ser tan bien intencionado y justo que todos los que se acerquen a mí, sientan tu presencia.
LA GRACIA DE DIALOGAR.
Señor Dios, te alabamos y te glorificamos por la hermosura de ese don que se llama diálogo. Es un “hijo” predilecto de Dios porque es como aquella corriente alterna que bulle incesantemente en el seno de la Santa Trinidad.
El diálogo desata los nudos, disipa las suspicacias, abre las puertas, soluciona los conflictos, engrandece la persona, es vínculo de unidad y “madre” de la fraternidad.
Cristo Jesús núcleo de la comunidad evangélica; Haznos comprender que nuestras desinteligencias se deben, casi siempre, a la falta de diálogo.
Haznos comprender que el diálogo no es una discusión ni un debate de ideas, sino una búsqueda de la verdad entre dos o más personas. Haznos comprender que mutuamente nos necesitamos y nos complementamos porque tenemos para dar y necesitamos recibir, ya que yo puedo ver lo que los otros no ven, y ellos pueden ver lo que yo no veo.
Señor Jesús, cuando aparezca la tensión, dame la humildad para no querer imponer mi verdad atacando la verdad del hermano; de saber callar en el momento oportuno; de saber esperar a que el otro acabe de expresar por completo su verdad.
Dame la sabiduría para comprender que ningún ser humano es capaz de captar enteramente la verdad toda, y que no existe error o desatino que no tenga alguna parte de verdad.
Dame la sensatez para reconocer que también yo puedo estar equivocado en algún aspecto de la verdad, y para dejarme enriquecer con la verdad del otro. Dame, en fin, la generosidad para pensar que también el otro busca honestamente la verdad, y para mirar sin prejuicios y con benevolencia las opiniones ajenas.
Señor Jesús, danos la gracia de dialogar. Así sea.
Oración a la familia por Juan Pablo II
Oh Dios, de quien procede toda paternidad en el cielo y en la tierra, Padre, que eres Amor y Vida, haz que en cada familia humana sobre la tierra se convierta, por medio de tu Hijo, Jesucristo, "nacido de Mujer", y del Espíritu Santo, fuente de caridad divina, en verdadero santuario de la vida y del amor para las generaciones porque siempre se renuevan.
Haz que tu gracia guíe a los pensamientos y las obras de los esposos hacia el bien de sus familias y de todas las familias del mundo.
Haz que las jóvenes generaciones encuentren en la familia un fuerte apoyo para su humanidad y su crecimiento en la verdad y en el amor.
Haz que el amor, corroborado por la gracia del sacramento del matrimonio, se demuestre más fuerte que cualquier debilidad y cualquier crisis, por las que a veces pasan nuestras familias.
Haz finalmente, te lo pedimos por intercesión de la Sagrada Familia de Nazaret, que la Iglesia en todas las naciones de la tierra pueda cumplir fructíferamente su misión en la familia y por medio de la familia. Tú, que eres la Vida, la Verdad y El Amor, en la unidad del Hijo y del Espíritu santo.
LOS QUE CREEN.
Felices los que no te vieron, y creyeron en Ti.
Felices los que no contemplaron tu semblante y confesaron tu divinidad.
Felices los que, al leer el Evangelio, reconocieron en Ti a Aquel que esperaban.
Felices los que, en tus Enviados, divisaron tu divina presencia.
Felices los que, en el secreto de su corazón, escucharon tu voz y respondieron.
Felices los que, animados por el deseo de palpar a Dios, te encontraron en el misterio.
Felices los que, en los momentos de oscuridad, se adhirieron más fuertemente a tu luz.
Felices los que, desconcertados por la prueba, mantienen su confianza en Ti.
Felices los que, bajo la impresión de su ausencia, continúan creyendo en tu proximidad.
Felices los que, no habiéndote visto, viven la firme esperanza de verte un día.
Amen.
Señor Jesús, llamaste “amigos” a los discípulos porque les abriste tu intimidad. Pero,
¡Qué difícil es abrirse, Señor! ¡Cuánto cuesta rasgar el velo del propio misterio!
¡Cuántas trabas se interponen en el camino! Pero sé bien, Señor, que sin comunicación no hay amor y que el misterio esencial de la fraternidad consiste en ese juego de abrirse y acogerse unos a otros.
Hazme comprender, Señor, que fui creado no como un ser acabado y encerrado sino como una tensión y movimiento hacia los demás; que debo participar de la riqueza de los demás y dejar que los demás participen de mi riqueza; y que encerrarse es muerte y abrirse es vida, libertad, madurez.
Señor Jesucristo, rey de la fraternidad; dame la convicción y coraje de abrirme; enséñame el arte de abrirse.
Rompe en mí los retraimientos y miedos, bloqueos y timideces que obstaculizan la corriente de la comunicación.
Dame la generosidad para lanzarme sin miedo en ese juego enriquecedor de abrirme y acoger.
Danos la gracia de la comunicación, Señor Jesús.
Sagrada Familia de Nazareth;
Enséñanos el recogimiento, la interioridad; danos la disposición de escuchar las buenas inspiraciones y las palabra del verdadero Maestro; enséñanos la necesidad del trabajo, de la preparación, del estudio, de la vida interior personal, de la oración, que solo Dios ve en lo secreto: enséñanos lo que es la familia, su comunión de amor, su belleza simple y austera y su carácter sagrado e inviolable. Amen.
Drogas
(16 y 17 de julio)
MAÑAÑA
- Canto
- Lectura (Rom 8, 12-13)
- Peticiones
NOCHE
- Canto
- Lectura (1 Cor 15, 44-50)
- Oración
“A ti Señor, me acojo, no quede yo nunca defraudado;
Tú, que eres justo, ponme a salvo, inclina tu oído hacia mí;
Ven aprisa a librarme, sé la roca de mi refugio,
el baluarte de donde me salve.
Tú, que eres mi roca y mi baluarte,
por tu nombre dirígeme y guíame.
Yo confío en ti, Señor. Me digo: Tú eres mi Dios,
en tu mano están mis afanes.
Líbrame de todos mis enemigos,
haz brillar tu luz sobre mi rostro.
Sálvame por tu misericordia.
Señor, que no me avergüence de haberte invocado”.
- Acción de gracias
MAÑAÑA
Canto
Lectura (Rom 12, 1-2)
Oración
“Tú, mi esperanza.
Óyeme para que no sucumba al desaliento.
Óyeme para que no deje de buscarte.
Buscarte día a día, hora a hora.
Buscarte en soledad y compañía.
Estudiar y orar. Dialogar y trabajar.
Destruir cadenas. Levantar ciudades de hombres.
Romperme en el tajo de la lucha de liberación, luchar y amar...
¡Te busco Dios! ¡Quiero ver tu rostro!”
- Peticiones
NOCHE
- Canto
- Lectura (Sal 103, 1-14)
- Acción de gracias
Uno es
fuerte,
cuando se para firme,
aunque sople el viento...
cuando esta dispuesto a empezar,
aunque sea con escombros...
cuando recoge flores,
aunque sea con espinas...
cuando marca camino,
aunque se levante el polvo...
cuando le ha tomado la medida a la vida,
y está dispuesto a conquistarla.
Uno es
fuerte,
cuando la tempestad lo sacude,
pero no lo quiebra...
los nervios se alteran,
pero no lo traicionan...
las metas se dificultan,
pero no se cambian...
el dolor lo ataca,
pero no lo derrumba...
la ola lo barre,
pero no lo ahoga.
Es fuerte,
cuando abre los brazos al hermano...
¡Y el corazón a Dios!
BUENOS DIAS SEÑOR JESUS
Señor Jesús:
Me cuesta comenzar este día porque sé que es una nueva tarea, un nuevo
compromiso, un nuevo esfuerzo.
Porque te amo, quiero comenzar este día con entusiasmo, con alegría,
en mi propia persona.
Gracias, Señor Jesús, por este nuevo empezar.
Gracias, Señor Jesús, por tu presencia, tu amor
y compañía en este caminar de mi existencia.
Quiero sembrar paz, solidaridad y amor entre mis hermanos.
Que cuantos se me allegan, ninguno deje de escucharme algo que pueda serle útil.
Que ninguno note debilitada su fe en sí mismo.
Que ninguno se retire sin alivio en sus dolores y dificultades.
Déjame sentir tu honda paz, presente en cada experiencia en la armonía de vivir Guárdame de palabras ociosas y vanas fantasías.
Calma la carrera de mi mente para que mis pensamientos tengan claridad y la luz de tu Santo Espíritu me ilumine en cada instante de este día.
Bien sé Señor
que esta tarea la comienzan cada día muchos hermanos de
cualquier punto de la tierra y eso me alienta y empuja.
También te
pido por ellos y con ellos te digo:
BUENOS DÍAS SEÑOR
BENDICEME SEÑOR
Señor,
bendice mis manos
para que sean delicadas y sepan tomar
sin jamás aprisionar,
que sepan dar sin calcular
y tengan la fuerza de bendecir y consolar.
Señor, bendice mis ojos
para que sepan ver la necesidad
y no olviden nunca lo que a nadie deslumbra;
que vean detrás de la superficie
para que los demás se sientan felices
por mi modo de mirarles.
Señor, bendice mis oídos
para que sepan oír tu voz
y perciban muy claramente
el grito de los afligidos;
que sepan quedarse sordos
al ruido inútil y la palabrería,
pero no a las voces que llaman
y piden que las oigan y comprendan
aunque turben mi comodidad.
Señor, bendice mi boca
para que dé testimonio de Ti
y no diga nada que hiera o destruya;
que sólo pronuncie palabras que alivian,
que nunca traicione confidencias y secretos,
que consiga despertar sonrisas.
Señor, bendice mi corazón
para que sea templo vivo de tu Espíritu
y sepa dar calor y refugio;
que sea generoso en perdonar y comprender
y aprenda a compartir dolor y alegría
con un gran amor.
Dios mío, que puedas disponer de mí
con todo lo que soy, con todo lo que tengo.
GRACIAS SEÑOR
Gracias Señor...
Porque en la
cruel tormenta, me haces escuchar el suave susurro de tu
voz.
Gracias
Señor...
Pues envías
rayos de luz que iluminan mi camino en medio de las
adversidades.
Gracias
Señor...
Por cada
instante y cada problema que me recuerda mi necesidad de Ti.
Gracias
Señor...
Porque hasta
en lo alto del cielo y en la profundidad del océano Tus
oídos están
siempre atentos a escuchar mi clamor.
Gracias
Señor...
Porque a
pesar de los errores de la gente, Sigues enviando sol y
lluvia sobre
todos sin distinción.
Gracias
Señor...
Por este día,
en el que me das la oportunidad de Buscarte nuevamente
Gracias
Señor...
Por cada ser
humano que se cruza en mi camino, pues algo deseas que
aprenda de él.
Gracias
Señor...
Por Ti mismo,
que escuchas esta humilde oración proveniente de Tu
hijo.
Por todo esto y lo que me sería imposible de contabilizar...
¡¡¡Gracias Señor!!!
Amen
Da Gracias...a Dios
Da gracias, por la vida misma
Aunque la tuya no sea la más perfecta,
Dios te la dio y el tenerla es ya un milagro
Aprende a valorarla para hacerla llevadera.
No
hagas de ella algo vano y vacío.
Da gracias por el aire que respiras
Es tan
natural y vital y ni cuenta te das
de que
sin él con seguridad no vivirías.
Por cada
respiro que des recuerda y ten presente
Que Dios lo
creó pensando en ti.
Da gracias por la luz del sol
Es la que
te permite veamos el día en esplendor.
La que da
vida a la hermosura de la creación
Y da
calor a los seres vivos de la tierra.
Da gracias por la noche,
Dios la
hizo para darnos descanso.
Para que
la tierra repose del afán del día,
Y es
cuando realmente puedes relajarte y meditar.
Para
poder reponer fuerzas para seguir adelante.
Da gracias por el agua que cae del cielo,
Dios
la envía para hacer de nuestro suelo
uno
fértil y productivo
Y es
la misma agua que al estar sedientos
Calma
nuestra sed.
Da gracias por las pruebas que llegan a ti
No te
lamentes cuando estas llegan,
Mas bien
tómalas de un modo positivo
Las
pruebas purifican tu espíritu
Y te hacen
más fuerte para enfrentarte a la vida.
Da gracias por todo lo que eres,
No te
quejes de que no siempre es como quieres
Dios
permite todo lo que llega a tu vida,
Pero lo
permite porque tiene su razón de ser.
Nada pasa
solo porque sí
Al
final verás y entenderás la razón.
Da gracias a Dios por todo,
Por las cosas
grandes y aún por pequeñeces
El muy
agradecido nos recompensará.
Da siempre
gracias...
Sentirás
alivio y paz si las das de corazón
Vocaciones
(18 y 19 de julio)
Salmo 25
Mt 13, 1-23
Lc 9, 59-62
Jn 15, 1-11
Salmo 138
Mt 10, 5-39
Lc 9, 1-6
Jn 2,35-39
Mc 2, 13-14
DIOS TIENE UN PLAN PARA TI
Muchas veces me pregunto el porqué de mi existencia.
Cuantas más calamidades,
desastres, injusticias,
vicio e ignorancia aparecen a mi alrededor,
más necesidades siento de definir mi vida...
¿Por qué existo yo?
¿Para qué?
¿Qué relación tiene mi pobre vida
con este grandioso mundo?
El Padre me crea, con ilusión,
con una misión que realizar:
hacer del mundo verdad, justicia, salvación.
Tengo una misión especial, intransferible
que debo realizar en mi corta existencia.
Por ella existo;
por ella Dios me está dando las cualidades
y posibilidades...
Mi única obsesión:
SER FIEL a la misión
de servicio entre los hombres.
¿BUSCAS UNA VIDA DISTINTA?
EL PLAN
Sucede que yo tenía un plan...
¡Pero no tuve tiempo de contárselo a nadie!
La llamada fue tan fuerte,
tan insistente,
¡que ni siquiera pude hablar sobre mi proyecto!
¡Yo tenía un plan de vida!
¡Todo estaba previsto!
Pero el Señor Jesucristo
tenía su plan también.
En mi mente atrevida
yo fabricaba castillos;
no aceptaba consejos,
no consultaba a nadie.
Pero él se acercó suavemente,
colocó flechas en la ruta
y enderezó mi camino.
No fue solamente un sueño
ni una idea cualquiera;
fue una llamada incesante,
insistente, constante,
que me hizo decir que sí,
que sí, al plan de Dios;
que no, al plan que yo tenía.
Y ahora, después de este sí,
después de este no,
!yo comprendo!
Sí, yo comprendo...
¡Existe un Dios que me llama!,
que me necesita y cuenta conmigo.
¡No me preguntes cómo, dónde,
cuándo y por qué!
¡No sabría responder!
¡Lo que sé es lo que ya dije!
Existe un Dios que me llama desde niño.
¡Existe un Dios que me llama!
UNA VOZ...
Una voz en mi interior me dice:
Te necesito.
Una voz fuera de mí me dice:
No haces falta.
Una voz dentro de mí me dice:
Te elegí para que seas mi amigo.
Una voz de fuera me dice:
No te hagas ilusiones.
¡El tiene otros amigos!
Una voz interior me habla y dice:
El mundo se siente huérfano.
Una voz exterior me dice:
El mundo ya es grandecito
para necesitar un Padre.
Una voz interior me dice:
¡Eres libre! La decisión es tuya.
¡La voz de fuera calla!
¡Ella sabe que no puede afirmar lo mismo!
Viniste Como Amigo
Llegaste a mí, humilde y discretamente,
para ofrecerme tu amistad.
Me elevaste a tu nivel, abajándote Tú al mío,
y deseas un trato familiar,
pleno de abandono.
Permaneces en mí misteriosamente,
como un amigo siempre presente,
dándoseme siempre,
y colmando por completo
todas mis aspiraciones.
Al entregártenos,
poseemos contigo toda la creación,
pues, todo el universo te pertenece.
Para que nuestra amistad sea perfecta,
tú me asocias a tus sufrimientos y alegrías,
compartes conmigo tus esperanzas,
tus proyectos, tu vida.
Me invitas a colaborar en tu obra redentora,
a trabajar contigo con todas mis fuerzas.
Quieres que nuestra amistad
sea fecunda y productiva,
para mí mismo y para los demás.
Dios amigo del hombre,
Creador amigo de la creatura,
Santo amigo del pecador.
Eres el Amigo ideal,
que nunca falta en su fidelidad
y nunca se rehusa a sí mismo
Al ofrecimiento de tan magnífica amistad,
quisiera corresponder
como Tú lo esperas y mereces,
procediendo siempre como tu amigo. Amén.
Vosotros...
entended la siembra del sembrador
Quien oyendo no entiende,
quien viendo no ve...
es que tiene embotado el corazón.
¿Tú sabes con qué?
SI ERES... DEL CAMINO
Es que tus ojos se cerraron.
No te enteraste de que había VOZ dentro de ti.
El Malo entró a hurtadillas en tu corazón...
y te robó la Palabra.
SI ERES... DEL PEDREGAL
Vives en superficie.
Eres de corazón inquieto y nada profundo;
la dificultad no te acrece. Sucumbes.
SI ERES... DEL ZARZAL
Dejas crecer juntas Palabras y Pasiones.
La pasión, TU pasión, te seduce; ahogas SU Palabra.
Dios clama en ti, pero se apaga su voz. Vocean más tus placeres.
SI ERES... DE LA BUENA TIERRA
La palabra de Dios encuentra en ti el calor de la acogida.
Y te duele la conversión;
y hay parto, con dolor, cada día.
La SEMILLA rompe la costra del terruño, y puja.
La PALABRA nace en ti, y Dios se trasparenta en tu vida.
Reflexión
Son muchos los que, hoy en día, tienen miedo a adquirir compromisos que duren mucho tiempo. Quizá, por eso, cuesta dar el paso del matrimonio para toda la vida, e incluso más, responder cuando es Dios mismo quien llama a entregar toda una vida, por entero y para siempre, al anuncio del Reino desde la vida consagrada o sacerdotal.
El compromiso serio cuesta. A nadie le molesta ser radical sólo un día. Pero, cuando se trata de más tiempo, nos lo pensamos dos veces.
Tal vez, tú mismo tendrás la experiencia de haber descubierto algo que Dios te pedía y haber pensado por dentro: «¿Aguantaré así toda mi vida?». Aparece, entonces, el «agobio» y se opta por seguir viviendo como siempre.
A todos nos gustaría ser ejemplo de solidaridad, de entrega, de amor. Pero nos cuesta darnos por entero. Nos gustaría exigirnos algo más. Y, sin embargo, nos resulta difícil dar el paso, lanzarnos, «salir de nuestra tierra».
La tentación de la mediocridad, de eludir compromisos que conlleven sacrificios demasiado grandes, sigue siendo algo atrayente. Sin embargo, Jesús nos pide que nos entreguemos por entero a él, que no le andemos regateando. Y, paciente, sigue esperando nuestra respuesta.
Tú no quieres gente mediocre, gente que te diga un «sí» con la boca chica, cuando a la hora de la verdad lo que dice es «no». yo, Señor, no quiero ser de esos. Quiero vivir tu evangelio con radicalidad.
CUENTA CONMIGO, SEÑOR
Sé que necesitas personas comprometidas que no tengan miedo a anunciar tu Palabra por todos los lugares.
CUENTA CONMIGO, SEÑOR
Necesitas testigos de tu amor que derrochen cariño y entrega por donde quiera que vayan; que hagan realidad tu gran mandamiento del amor.
CUENTA CONMIGO, SEÑOR
Hacen falta sacerdotes, religiosos y religiosas que vivan el evangelio con radicalidad; que se entreguen totalmente para anunciarte y predicarte por todo el mundo; que estén libres y sin ataduras para ser apóstoles tuyos en medio de este mundo. Si algún día tú me llamas...
CUENTA CONMIGO, SEÑOR
En el mundo necesitas personas que sean capaces de amar sin límites, querer sin límites, entregarse sin límites... Tu invitación es exigente pero, a pesar de todo...
CUENTA CONMIGO, SEÑOR
La fe vivida en familia está en crisis. No es fácil encontrar familias que vivan su fe en la casa. Yo quiero romper con eso, quiero ser testigo tuyo en medio de los más cercanos a mí mismo.
CUENTA CONMIGO, SEÑOR
Tú no quieres hacer nada sin nosotros. Nos quieres evangelizadores que anuncien por todo el mundo las enseñanzas que dejaste a tus discípulos.
CUENTA CONMIGO, SENOR
Oración de la entrega
Padre, me pongo en tus manos.
Haz de mí lo que quieras,
sea lo que sea, te doy las gracias.
Estoy dispuesto a todo,
lo acepto todo con tal que tu voluntad
se cumpla en mí y en todas tus criaturas.
No deseo nada más, Padre.
Te confío mi alma, te la doy
con todo el amor de que soy capaz
porque te amo y necesito darme,
ponerme en tus manos,
sin medida, con infinita confianza
porque tú eres mi Padre.
ME HAS LLAMADO, SEÑOR
¿Me has llamado, Señor?
Cada noche me pregunto
si algún día oiré tu voz...
¿Cómo sabré que eres Tú?
No sé si te presentarás como un amigo
o si me llevarás contigo a otro lugar.
Muchas veces intento poner atención
y tratar de escucharte pero
el silencio lo llena todo y
sólo oigo esa voz interna
que me acompaña cada día.
Sé que estoy en el mundo por algo
y debo descubrir ese motivo.
No es fácil
pero tengo toda una vida por delante.
Trato de adivinar
qué es lo que quieres de mi,
de mi persona.
¿Qué puedo darte yo si
tan sólo soy un adolescente que
lucha por pequeños ideales?
¿Acaso eres Tú esa voz misteriosa?
Se me hace difícil pensar en todo esto
pero no puedo evitar estar un poco asustada
respecto a la vida y la muerte.
Es como.., como si estuviera
solo y perdido en el océano,
sin una salida visible, sin un barco amigo.
Sólo la esperanza permite que siga en pie,
sólo la fe en otra vida me mantiene despierto.
No puedo dejarme llevar por el pensamiento
de una existencia limitada, mortal:
un paseo y... todo se acabó, terminó,
como si de un sueño se tratara.
¡No es posible!
Me volvería loco creyendo esto
Estaré despierto para lo que quieras,
pero siempre tendré la duda de si me llamaste y no oí tu voz.
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