Capítulo I: Nacimiento y Consolidación de una Comunidad Parroquial (Siglos XIII-XVI)

El proceso de expansión de los reinos cristianos del norte peninsular, iniciado siglos atrás, experimentó el gran empuje definitivo durante el siglo XIII. Esto supuso para la Corona de Aragón la conquista de las islas Baleares a principios de este siglo, y una vez finalizada ésta, a partir de los años treinta centró sus energías en anexionar los territorios musulmanes de Valencia. En este contexto el monarca Jaime I se reunió en Alcañiz con el maestre del Hospital y Blasco de Aragón en los últimos meses de 1231, donde se planeaba la conquista por nuevos frentes, ya que unos años antes había fracasado el asedio de Peníscola. Una de las consecuencias de esta reunión fue la donación de Torrent y Silla a la orden del Hospital. Dentro de estos planes se conquistan los enclaves de Morella y Ares (1232), y Borriana (1233), que permiten con el tiempo el control de sus áreas de influencia. Hacia 1238 las tropas reales se preparaban para la toma de Valencia. Con este fin atacaron el cínturón de alquerías fortificacadas que defendían la capital en su parte norte (Montcada, Museros, El Puig). A partir del 22 de abril de 1238 se estableció el cerco de la ciudad de Valencia. Según consta en el Llibre del Repartiment, hacia los dias 27 ó 28 de mayo la orden del Hospital tomaría posesión de la alquería fortificada de Torrent, que como las ya ocupadas anteriormente, formaba parte del cinturón de defensa de la capital, que se rendiría finalmente el 28 de septiembre de ese mismo año. Una vez tomada Valencia se establecía la frontera en el rio Xúquer, y todos los enclaves al norte de esta zona se fueron rindiendo paulatinamente.

Ocupado el territorio militarmente, el siguiente paso consistió en la reorganización del mismo basada en la implantación de las estructuras vigentes en el área de procedendia de los vencedores. La creación de nuevos señoríos materializó la instauración de las relaciones feudales en el campo político, social, y económico. Aunque en principio se toleró el culto mahometano que venía practicando la población autóctona, rápidamente se implantaron las estructuras de la Iglesia para asegurar la práctica de la religión cristiana de los nuevos pobladores, y en la medida de lo posible, la conversión de los musulmanes. Por ello en muchos núcleos habitados se fundaron parroquias, e inmediatamente se constituyó la diócesis de Valencia, con sede en esta ciudad.

R.I. Burns confirma la rápida implantación de la red parroquial coincidiendo con el momento mismo de la conquista, antes incluso que la catedral, los mecanismos diocesanos, y los propios gobiernos municipales. Por ello habla de la parroquia como una institución fronteriza, fundada en muchos casos a iniciativa de los mismos señores, como un mecanismo inmediato de implantación de la nueva organización administrativa, pues a través de ella se recaudaba el diezmo, la primicia, y otros impuestos. En la época inmediatamete posterior a la conquista hemos de pensar en unas parroquias basadas más en el concepto administrativo que en su papel religioso, ya que en la mayoría de núcleos todavía pervivía la población musulmana, y aun no se había producido un aporte de población cristiana por medio de los mecanismos repobladores.