Parroquia Asunción de Nuestra Señora de Torrent

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Capítulo II: La Configuración de una Cristiandad Barroca (Siglos XVII-XIX)

IV- OFICIOS PARROQUIALES REALIZADOS POR LAICOS

4.4- Sacristán

Su presencia ya aparece documentada en los libros sacramentales de finales del siglo XVII, al actuar casi siempre uno de los sacristanes de la parroquia como testigo en la celebración de los matrimonios.

Hacia finales del siglo XVIII había cuatro sacristanes, que eran elegidos por el ayuntamiento durante el mes de diciembre. Anualmente se elegían dos sacristanes, que desempeñaban su cargo durante un periodo de dos años. Estos recibían su salario de la obrería durante el último tercio del siglo XVIII.

Sus funciones consistían en mantener limpia y ordenada la sacristía y ornamentos, y en buen estado los altares y el resto de la iglesia. El sínodo de Urbina insiste en algunos de los cometidos de los sacristanes: "... en lo que han de poner mayor cuidado es que los Altares donde se dize Missa, se limpien todo los dias, y los frontales esten puestos con curiosidad, y mandamos que en todos aya Cruces, y Aras, y que estas esten enteras, y no quebradas, y grandes, de suerte que puedan estar la Hostia, y el Cáliz sobre dichas Aras...".

Además de estos cuatro sacristanes, había otro sacristán mayor. El patronato de esta plaza lo tenía el ayuntamiento, pues el día 30 de marzo de 1813, don Josef Mora, presbítero ex-regular, solicitó al ayuntamiento la plaza de sacristán mayor por hallarse vacante "por no haver beneficiados que la puedan servir, [...] siendo útil y necesario para el culto divino el que esté en exercicio dicha plaza". En la instancia suplicaba que por el ejercicio del cargo se le agraciara con los correspondientes derechos de fábrica, además de las distribuciones votivas. Esta petición fue aprobada por el ayuntamiento el 1 de abril de 1813 y comunicada al clero parroquial.

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