Parroquia Asunción de Nuestra Señora de Torrent

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Capítulo II: La Configuración de una Cristiandad Barroca (Siglos XVII-XIX)

IV- OFICIOS PARROQUIALES REALIZADOS POR LAICOS

4.8- Perrero

Las fuentes consultadas tan solo hacen referencia a la existencia de la figura del perrero, pero nos silencian cualquier información sobre sus cometidos específicos, nombramiento y retribuciones. Hasta 1781 recibía su salario de los fondos de la obrería, pero por el difícil estado que atravesaban sus finanzas, el ayuntamiento acordó que en adelante recibiera su salario de la administración de fábrica.

Podemos pensar, como en el caso del enramador, que su tarea sería compatible con el desempeño de otras tareas parroquiales.

En las cuentas del periodo comprendido entre 1764 y 1768 se incluyen los salarios del perrero y barredor de la iglesia. Pero en el año 1781 al perrero se le asocia el cometido de manchador del órgano.

El perrero, figura característica de la liturgia barroca, ha permanecido en las procesiones del Corpus de Valencia y de su octava, celebrada en el claustro del colegio de Corpus Christi de la capital. A través de estos actos deducimos que sus cometidos consistirían en salir delante de las procesiones para abrir el paso y apartar con un bastón los perros y otros animales que pudieran presentarse a su paso, así como expulsar a los perros y otros animales que podían entrar en el templo.

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