Parroquia Asunción de Nuestra Señora de Torrent

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Capítulo III: Una Comunidad Comprometida con la Sociedad (Siglos XIX-XX)

VI- EL CULTO Y LA RELIGIOSIDAD POPULAR

6.5. La devoción a la figura del Papa

Los ataques que sufría la Iglesia, tanto desde fuera por grupos políticos de ideología liberal, como desde dentro por la aparición de algunas sectas, condicionaron de alguna manera un fortalecimiento de la figura del Papa como representante de la ortodoxia cristiana y de la unidad de la Iglesia. Esta faceta de la religiosidad se manifestó de especial manera en España. La especial devoción al Papa se refleja a través de las actas de las distintas asociaciones de la parroquia, en cuyas reuniones a menudo se solía rezar por las intenciones del obispo de Roma. En este contexto podemos inscribir las fiestas para conmemorar el 25 aniversario del pontificado de León XIII, que comenzaron el 2 de marzo del año 1903. A los actos se sumó el ayuntamiento contribuyendo con el sermón, orquesta, músicas, y procesión general. La semana anterior se habían celebrado en la parroquia de la Asunción unos ejercicios para señoras por intención del Papa, donde comulgaron alrededor de mil mujeres.

El día 2, al toque de Avemaría, se hizo un repique general de campanas, que se repitió de la misma manera al toque de almas a las 8 de la noche. Mientras, la banda de música Nueva hacía un pasacalle por la población y los vecinos colocaban luminarias en los balcones.

Para la mañana del día 3 se adornaron las fachadas de las casas. A las 7 se celebró una misa de comunión general. A las nueve comenzaba otra misa, interpretada por la banda de música del Patronato, a la que asistieron las religiosas Franciscanas con todas sus alumnas y asiladas, los Terciarios Capuchinos con sus alumnos y asilados, y el alcalde y otros miembros del ayuntamiento.

A medio día hubo un repique general de campanas, en el que tomaron parte las del convento, casa de beneficencia, y ermita de san Luis, al tiempo que la música Nueva realizaba un pasacalle.

Por la tarde se convovó un ejercicio con exposición del Santísimo, rezándose unas oraciones por el Papa. La procesión general no pudo verificarse por causa del tiempo mal tiempo, por lo que se hizo claustral por el interior del templo con el Santísimo Sacramento. Al finalizar estos actos los vecinos volvieron a encender luminarias en los balcones, que no lucieron tanto a consecuencia del viento.

El 20 de junio de 1903 falleció el Papa. Por este motivo el día 23 se reunió el clero de la parroquia de Torrent, y acordó celebrar unos solemnes funerales el día 27. Para estos actos se montó un magnífico catafalco. Asistieron los religiosos y religiosas de Torrent, y al acabar la misa se leyó la circular del gobernador eclesiástico, y a continuación se cantó el responso Liberame Domine.

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