Capítulo IV: El Templo Parroquial. Aspectos Histórico - Artísticos.

I- LA EDAD MEDIA

En los años inmediatamente posteriores a la conquista de Valencia, posiblemente no se edificara en Torrent un templo destinado al culto público a pesar de haberse fundado la parroquia, si tenemos en cuenta que el número de cristianos sería muy escaso al pervivir todavía la población autóctona musulmana. Es a partir de la carta puebla otorgada en 1248 cuando ya podemos hablar de parroquia entendida en su sentido amplio de comunidad cristiana y por tanto, a partir de este momento, cabe pensar en la necesidad de un edificio que reuniera a los fieles para la celebración del culto.

Si tenemos en cuenta las circunstancias sociales del momento, y sobre todo el carácter rural de la población, el escaso número de repobladores, y la lenta evolución demográfica observada durante toda la edad media, podemos aventurar, tal como propone Rodríguez Culebras, que esta edificación respondería a un modelo muy desarrollado durante el siglo XIII que Elías Tormo ha calificado como iglesias de la reconquista. Esta tipología responde a un edificio de una sola nave con cubierta a dos vertientes, apoyada sobre vigas de madera que se disponen entre los arcos apuntados que parten de los lados de la nave, y con cabecera totalmente plana. La puerta del templo sería de medio punto, y sobre la misma suele aparecer una espadaña donde se ubica la campana. La visita pastoral de 1401 nos deja entrever la imagen de un templo sencillo con un solo altar y con la pila de bautismo, que se acerca bastante al modelo propuesto.

Se trata de una tipología bastante rápida de construir y barata, que responde en buena medida a la situación planteada en este primer momento de consolidación de unas comunidades cristianas repobladoras recién asentadas. Muchos de estos edificios en la actualidad han pasado a convertirse en ermitas al desaparecer el núcleo rural donde se emplazaban, o quedar relegadas a un segundo plano al construirse siglos después un nuevo templo acorde con las nuevas necesidades del culto, mientras que otras por diversas circunstancias fueron desmoronándose por el tiempo, o en el peor de los casos desaparecieron como pudo ser el caso de Torrent.

Este templo de reducida planta sería suficiente para una comunidad repobladora de escasos habitantes, y por lo tanto podemos pensar que es el modelo que debió subsistir durante toda la edad media en relación con el lento crecimiento demográfico. Pero a principios del siglo XVI, la fábrica del templo quedaría arruinada, haciéndose necesaria la edificación de un nuevo edificio más de acorde con las necesidades del momento. No disponemos de ninguna referencia que nos permita averiguar cual era su emplazamiento y si éste coincidía o no con el actual.

El único testimonio artístico de esta época que ha llegado a nuestros días es una talla en madera policromada de la Virgen del Pópul, que se conservó hasta el año 1936 en una capilla del trasagrario. Aprovechamos este estudio para presentar de nuevo esta imagen, que hasta el momento se había dado por desaparecida durante la guerra de 1936, y que hemos podido hallar en el museo de la catedral de Valencia en un perfecto estado de conservación, gracias al testimonio del profesor Daniel Benito Goerlich. Por sus características podemos datarla a principios del siglo XIV. Siguiendo los modelos de la época, la virgen se presenta como la Theotokos. Esta aparece sedente sobre escabel, mostrando algunos rasgos arcaizantes como el hieratismo de las figuras de la Virgen y del niño y la macrocefalia de la primera procedentes del románico, aunque ya se anuncian las tendencias góticas en el naturalismo de las expresiones de los rostros y de los pliegues de los ropajes que caen entre las piernas, y en una ruptura de la simetría al estar el niño sentado sobre la rodilla izquierda de la Virgen. Podemos relacionar esta talla con las de la Virgen de la Salud de Algemesí, la Virgen del Olivar de Alaquàs, (ambas desaparecidas en 1936) y con otra imagen procedente de San Juan del Hospital de Valencia, que actualmente se conserva en el museo catedralicio.