Parroquia Asunción de Nuestra Señora de Torrent

Inicio

Indice

 

 

Capítulo IV: El Templo Parroquial. Aspectos Histórico - Artísticos.

II- LA CONSTRUCCION DE UN NUEVO TEMPLO

2.2- La torre campanario

Un estilo renacentista de porte más clasicista aparece en la torre campanario. Se situa sobre la primera capilla del lado de la epístola, aprovechando sus contrafuertes. Este hecho nos indica que la torre se levantó con posterioridad a la fábrica del templo. Aunque desconocemos la fecha en que comenzaron las obras, tenemos noticias que nos indican que en el año 1590 se encontraban bastante avanzadas. En la visita pastoral que el arzobispo san Juan de Ribera realizó a la parroquia ordenaba que se diera celeridad a las obras, y "...que los magníficos jurados e obrero de la iglesia dentro de dos meses primeros siguientes hagan poner la mano en la obra del campanario de la dicha iglesia y hagan que aquel se acabe y concluya y gasten en él el dinero que ay de la obra, y si eso no bastare hagan...". Según Sanchis Sibera, que consultó para la realización de sus estudios documentación existente en el archivo parroquial, las obras finalizaron en 1593.

La torre consta de cinco cuerpos, separados entre sí por molduras. Los tres primeros tan sólo son visibles parcialmente, ya que se adosan sobre la fábrica del templo. El primero es de sillería, adoptando forma de pirámide truncada, que finaliza con una moldura realizada con este mismo material. El segundo cuerpo comienza con dos hileras de sillares, y a partir da ahí toda la construcción se alza con aparejo flamenco a base de ladrillo. El último cuerpo, destinado a alojar las campanas, reproduce en ladrillo los elementos característicos de la arquitectura renacentista. Sobre un podio se alzan tres pilastras con capiteles coríntios, que flanquean dos huecos rematados por arcos de medio punto orlados con arquivoltas, cuya clave alcanza la línea superior de los capiteles. Sobre esta estructura figurada se apoya el arquitrabe con sus tres elementos característicos: el entablamento, el friso donde se reproducen triglifos y metopas, y una cornisa bastante prominente que sirve a su vez de alero para el desagüe de la terraza. Sobre esta se levanta una pequeña barandilla remarcada en sus cuatro ángulos por sendas pilastras, sobre las cuales se disponen sendas bolas, características de la arquitectura herreriana. En la parte central de estos paramentos también vuelven a aparecer dichas pilastras, esta vez rematadas por florones de piedra. En la terraza se sobrepuso con posterioridad una estructura octogonal de ladrillo, cubierta por un cupulín de teja vidriada de color azul, que sirve de soporte a una cruz que contiene una veleta. Al campanario se podía acceder tanto desde el interior, por una puerta que comunicaba con la capilla de san Vicente, como desde el exterior del templo, ya que hasta mediados del siglo pasado la única puerta actualmente existente recaía a la plaza al no estar todavía edificada la estructura adosada.

A la sala de campanas se accedía por una escalera de ladrillo adosada a los lados de la estructura, con sus respectivos rellanos localizados en los cuatro ángulos de la torre. Los diferentes tramos de la misma reciben la luz del exterior gracias a unas ventanas alargadas en forma de aspillera ubicadas en el tercer y cuarto cuerpo respectivamente. Esta escalera, que se hallaba en un estado ruinoso tuvo que reconstruirse hacia mediados del siglo XIX siendo rector don José Aicart. A la altura del cuarto cuerpo se localizaba la sala del reloj, cerrada con una puerta, donde se encontraba la maquinaria del mismo. La sala de campanas aparece cubierta por una cúpula apoyada sobre trompas. Desde este lugar se asciende a la terraza por una escalera de caracol ubicada en un ángulo de la torre, por lo que dos de los huecos quedaban parcialmente cegados.

El campanario presenta ocho huecos para alojar las campanas. Todas ellas se expoliaron en la guerra civil, excepto la más pequeña de todas, fundida en el año 1776. Del resto de las campanas no hemos podido obtener ninguna referencia en los quinquelibri ni en ningún otro tipo de documento sobre el ritual de su bendición, aunque por una instancia del rector don Joaquín Lorca fechada en 8 de marzo de 1893 se indica que "...se han desmontado tres campanas que amenazan ruina y se están restaurando por artistas de la capital", al tiempo que apuntaba la necesidad de comprar una campana de seis arrobas en sustitución de la triple.

El campanario de Torrent es uno de los pocos de la diócesis con ocho huecos para las campanas (Aldaia, Llíria, etc.), resaltando la elegancia en sus proporciones, y sobre todo en la concepción de los elementos arquitectónicos característicos de la arquitectura renacentista que se aprecian en el último cuerpo.

Inicio

Indice