Capítulo IV: El Templo Parroquial. Aspectos Histórico - Artísticos.

II- LA CONSTRUCCION DE UN NUEVO TEMPLO

2.4- Tabla de san Bernardo y san Sesbatián

Hasta 1936 esta tabla se conservó en la capilla de los santos Abdón y Senén, y sería la que Vilanova identifica equivocadamente con San Jerónimo, San José y San Francisco de Asís, aunque si que coincide en relacionarla con la de San Cristóbal, de igual tamaño, que se encontraba en el vestíbulo de la puerta recayente a la plaza de la Iglesia. El gran tamaño de las figuras, que se acerca casi a proporciones naturales, puede hacer pensar su procedencia de un primitivo retablo mayor renacentista, que se desmontaría al construirse hacia finales del siglo XVII la nueva capilla mayor.

En la tabla aparecen las figuras de san Bernardo con su hábito de monje sosteniendo en su mano el báculo de obispo, y en la otra un libro, y a su lado aparece la figura de san Sebastián desnuda y atravesada por las flechas, con una expresión serena en su rostro y una mirada ausente que oculta el dolor de la situación en que se encuentra. El pintor aprovecha el desnudo para recrearse en una detallada anatomía. El paisaje del fondo tranquilo y relajado, con un cielo en penumbra, otorga a la composición ese ambiente de idealismo en que transcurre la escena. A esta sensación contribuye también el tratamiento de una luz plana que llega a todos los puntos del cuadro con igual intensidad, sin efectos de claroscuro.

Por las características de la pintura podemos datarla hacia el segundo tercio del siglo XVI, aunque F. Vilanova las data unos años después al referirse este conjunto de tablas como obras coetáneas o posteriores a Juan de Juanes.