Parroquia Asunción de Nuestra Señora de Torrent

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Capítulo IV: El Templo Parroquial. Aspectos Histórico - Artísticos.

IV- LA RECUPERACION DE LA POSTGUERRA

La guerra del año 1936 marcó la destrucción de buena parte del patrimonio historico-artístico de la parroquia. Desde el comienzo de la guerra hasta el 19 de julio en que se prendió fuego, al sucederse las noticias de las profanaciones que venían sufriendo otros templos, un grupo de gente recogió buena parte de los objetos de culto, cuadros, y otros bienes muebles y libros del archivo, y los escondieron en casas particulares. En el incendio se dañó por el fuego buena parte de la decoración del templo, se destruyeron todas las imágenes y pinturas con sus retablos, el órgano, y el coro. El fuego no llegó a prender en la capilla de la comunión, por lo que pudo conservarse en perfecto estado, aunque algunas de las imágenes fueron mutiladas. Se descolgaron seis campanas de la torre y únicamente permanecieron, dos fundidas en 1776 y 1935 respectivamente. Las perdidas fueron considerables, tanto por el valor artístico de las obras desaparecidas, como por el coste económico de su recuperación, tal como lo demuestra la evaluación que en 1944 se presentó en el arzobispado.

Finalizada la guerra comenzó la tarea de la restauración del templo. Desgraciadamente el caso de Torrent constituye un claro ejemplo de lo que no debe hacerse, pues en vez de restituir aquellos sectores que habían sido dañados por el fuego, se procedió a eliminar toda la decoración y rehacerla de nuevo imitando el estilo anterior. Aunque la reconstrucción es bastante fideligna, quedó muy lejos de recuperar toda la expresividad, movimiento, y barroquismo que ofrecía. Incluso en algunos artículos aparecidos en la prensa local se planteaba a posteriori la conveniencia de una repristinación que hubiera devuelto al templo su supuesta primiva imágen gótica, planteamientos que responden a los criterios de restauración vigentes en aquel momento.

También se aprovecharon las obras para llevar a cabo algunas modificaciones estructurales. La entrada de la capilla de la comunión, que era una pequeña puerta, se abrió un arco de medio punto de iguales porporciones que los de las capillas laterales. Las grandes figuras en escayola que ocupaban la pared de los pies del templo fueron eliminadas, al tener que colocar ahí el coro, ya que no era preceptiva su ubicación en el presbiterio al haberse perdido la obligación litúrgica de los sacerdotes de celebrar el oficio divino. La puerta de la huerta fue tapiada y se abrío una nueva sobre la última capilla del lado del evangelio. Las campanas nuevas campanas de fundieron entre 1939 y 1940. El acto de reconciliación del templo se celebró el 3 de febrero de 1940.

La intervención efectuada se había basado en actuaciones arquitectónicas, por lo que las capillas permanecieron sin retablos y el templo carecía de su decoración pictórica. Con el paso de los años fueron colocándose los diversos retablos.

Todos ellos obra del escultor Sales, donde recrea una paráfrasis de la sintaxis arquitectónica del barroco. Las obras de acondicionamiento del templo finalizaron en el año 1977 con la pintura del templo.

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