Parroquia Asunción de Nuestra Señora de Torrent

Inicio

Indice

 

 

Area de Jóvenes: Ejercicios Espirituales 2003-04

 

1. Me tomo mi tiempo para entrar en la oración...

 

· Contemplando una imagen

 

 
 
 
· Situándome... En la conciencia que emerge de ese reconocimiento de saberme en la manos de Dios. Sus manos me sostienen, me cuidan, me protegen, me confortan...

 

· Comenzando... En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo

 

2. Otros se experimentaron colmados

 

 “Como impulsada, poso las manos sobre la piedra, sollozo, la frente apoyada en el Muro, sin poder contener las lágrimas, lágrimas que vienen de lejos, de lo más hondo de mi memoria, de lo más íntimo de mi carne. Imploro su perdón, le pido su amor y su ayuda. Me embarga el sentimiento de haber encontrado por fin el abrazo de mi Padre, el solo y único, el Padre creador. Ruego también para que El me dé la fuerza para perdonar a los que me han hecho daño y para que ellos me perdonen el daño que yo les he hecho. Sí, le suplico a Dios que me dé la Paz. Yo bañaba en su Luz mi espíritu, súbitamente penetrado por esa luz extraordinaria que sólo Dios puede difundir en nuestras almas, cuando se dirige a nosotros. En un flash fulgurante el conocimiento intuitivo me ha penetrado. Estoy en el corazón de la verdad: sé, aunque no pueda demostrarlo con palabras. Contemplo el misterio de la Creación y yo soy uno de esos polvos de estrellas que forman parte integrante de ella” (Pierrette Brès)

 

3. Personajes bíblicos que fueron colmados

 

-          Abrahán es colmado de bendiciones (Génesis.12,1-4)

 

-          Israel es colmado de liberación (Exodo15,1-18) y de Espíritu (Ezequiel 37,1-14)

 

-          Moisés es colmado de presencia de Dios (Exodo 33,7-11)

 

-          Sara es colmada de fecundidad (Génesis 21,1-8)

 

 

 

4. Su historia es nuestra historia

 

· Repaso mi propia historia... en ella puedo reconocer que yo mismo he sido colmado abundantemente.

 

-          Voy pasando por el corazón personas, imágenes, situaciones vividas

 

-          Me detengo ahí donde reconozco que mi corazón rebosó. Me paro, saboreo, revivo

 

· Reconozco... que la abundancia de mi corazón no ha sido fruto de mis decisiones sino de una iniciativa gratuita que no ha dependido de mi.

 

“Te doy gracias, Señor, porque eres bueno, porque es constante y eterno tu amor conmigo. Te doy gracias, Señor, Dios de todo, porque en todo lo mío Tú intervienes, porque es constante y eterno tu amor conmigo.

 

Tú haces grandes maravillas: la potencia del Universo, el misterio de la Vida, la fuerza del Amor, mi propio ser... porque es constante y eterno tu amor conmigo. Me sacaste de aquello que un tiempo me hizo esclavo, con mano tensa y fuerte brazo como 'tira de uno' aquel que es buen amigo...  porque es constante y eterno tu amor conmigo.

 

Cuando no tenía fuerzas, me abriste el camino: pasé y fui salvado por Ti desde la experiencia del antiguo Egipto sentí e mi vida una vez más que es constante y eterno tu amor conmigo. Me llevas al desierto, pero vienes conmigo, me sacas... y me guías a tu estilo haciendo brotar fuera aquello que en mí, tú pusiste escondido, pero yo nunca supe porqué no había podido: quitaste de muy dentro "poderes escondidos", rompiste mis cadenas y viniste conmigo; yo, a tientas, descubría que es constante y eterno tu amor conmigo.

 

Tú me das, Señor, el pan que necesito,  el pan que me da vida y aunque me canso ¡Vivo! Si recuerdo mi historia has puesto en cada instante el pan que necesito. No me dejes, ahora que estoy cansado hazme experimentar que es constante y eterno tu amor conmigo. A quienes leáis esto, ¡os invito! leed en vuestra historia la salvación que El hizo, la salvación concreta que El realiza hoy con vosotros y conmigo. A todos nos regala el don de pronunciar: te doy gracias, Señor, porque es constante y eterno tu amor conmigo”.

 

· Confieso... que mi corazón ha sido reorientado más allá de si mismo, abierto a alguien más allá de si mismo.


 

 

Hoy no tengo nada que pedirte, ni te traigo ninguna queja. Yo sólo busco un encuentro desde lo infinito que late en mi. ¡Pobre de mi si atase tu respuesta a mi pregunta tan medida, o a mi lamento tan herido! ¡Pobre de mi si ya supiese la respuesta!

 

Tal vez sólo encontraría para mi sed mi propia agua reciclada, el eco de mi

 

monótono decirme, mi pasado humedecido por el sudor o por el llanto.

 

Te necesito más allá de lo que sé o de lo que digo de mi mismo. ¡Hoy descubro ya presente, en el amor con que me atraes, la pasión con que me buscas!

 


 

 

5. Me doy un tiempo para darme cuenta de lo que ha pasado

 

 

Termino con un Padre Nuestro

 

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo

 

Inicio

Indice