1. Me tomo mi tiempo para entrar en la oración

· Cuido lo exterior: lugar, postura, silencio...

· Cuido lo interior: serenarse, reconducir la atención, percibir los sentimientos del momento, despertar los deseos, abandonar mis tentativas de controlar la oración...

· Comenzando... en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo

2. Pasos en la oración

· Primer paso: La Escritura narra, a través de diversos personajes, la experiencia del reconocimiento de que Dios se comunica. En la diversidad de situaciones, todas ellas tienen en común el estremecimiento ante algo así:

- El estremecimiento de Moisés ante la zarza (Exodo 3,1-11)

- El estremecimiento de Samuel al oír la voz de Dios que le llamaba (1Samuel3,1-10)

- El estremecimiento de Elías a la entrada de la cueva (1 Reyes, 1-19)

- El estremecimiento de Isaías (Is.6,1-8) y de Jeremías (Jer.1,1-10) al experimentar el fuego abrasador de Dios que les consumía

- El estremecimiento de Jacob en su lucha durante toda una noche (Gn. 28,10-16)

- El estremecimiento de María en la anunciación (Lucas 1, 26-38)

· Segundo paso: “Traer a la memoria los beneficios recibidos de creación, redención y dones particulares”

- Traer a la memoria los beneficios de creación es recordar que la existencia es un don que recibimos y no alfo que nos damos a nosotros mismos (Eclesiástico 42,15-43,33)

- Traer a la memoria los beneficios de redención es recordar que la plenitud que anhelamos no es algo que nos otorgamos a nosotros mismos, no es fruto de nuestros esfuerzos sino de la iniciativa de Dios en Jesús (Efesios 1,3-14)

- Traer a la memoria los beneficios de los dones particulares es recordar que todo lo que tenemos no puede convertirse en ocasión de soberbia autosatisfecha sino de reconocimiento agradecido (Deuteronomio 8, 7-18)

· Tercer paso: “Ponderar con mucho afecto cuánto ha hecho Dios nuestro Señor por mi y cuánto me ha dado de lo que tiene y, por ello, el Señor desea dárseme en cuanto puede”

3. Me doy un tiempo para darme cuenta de lo que ha pasado

Termino con un Padre Nuestro

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo

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