Parroquia Asunción de Nuestra
Señora de Torrent
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Área de Liturgia: Ciclo A – III Domingo de
Pascua, Oración
III Domingo de Pascua
Lectio
Divina
Monición
Señor, comenzamos un nuevo
trimestre, y sabes que siempre es el que más cuesta, entre comuniones, fiestas, final de curso...
tenemos la tentación de liquidarlo como podamos, pero no de sacarle todo el
partido. Señor, tú supiste ilusionar a
tus apóstoles, tú les supiste acompañar,
hacerles mirar la vida con ojos de fe. Ayúdanos a ser imagen tuya, hoy
no somos como los discípulos de Emaús, hoy queremos ser como tú, acompañar como
tú, ilusionar como tú.
Lectura
Dos discípulos de Jesús iban andando aquel mismo
día, el primero de la semana, a una aldea llamada Emaús, distante unas dos
leguas de Jerusalén; iban comentando todo lo que había sucedido. Mientras
conversaban y discutían, Jesús en persona se acercó y se puso a caminar con
ellos. Pero sus ojos no eran capaces de reconocerlo.
Él les dijo: - «¿Qué conversación es esa que traéis
mientras vais de camino?»
Ellos
se detuvieron preocupados. Y uno de ellos, que se llamaba Cleofás, le replicó:
- «¿Eres tú el único forastero en Jerusalén, que no sabes lo que ha pasado allí
estos días?» Él les preguntó: - «¿Qué?»
Ellos le contestaron: - «Lo de Jesús, el Nazareno,
que fue un profeta poderoso en obras y palabras, ante Dios y ante todo el
pueblo; cómo lo entregaron los sumos sacerdotes y nuestros jefes para que lo
condenaran a muerte, y lo crucificaron. Nosotros esperábamos que él fuera el
futuro liberador de Israel. Y ya ves: hace dos días que sucedió esto. Es verdad
que algunas mujeres de nuestro grupo nos han sobresaltado: pues fueron muy de
mañana al sepulcro, no encontraron su cuerpo, e incluso vinieron diciendo que
habían visto una aparición de ángeles, que les habían dicho que estaba vivo.
Algunos de los nuestros fueron también al sepulcro y lo encontraron como habían
dicho las mujeres; pero a él no lo vieron.»
Entonces Jesús les dijo: - « ¡Qué necios y torpes
sois para creer lo que anunciaron los profetas! ¿No era necesario que el Mesías
padeciera esto para entrar en su gloria?» Y, comenzando por Moisés y siguiendo
por los profetas, les explicó lo que se refería a él en toda la Escritura.
Ya
cerca de la aldea donde iban, él hizo ademán de seguir adelante; pero ellos le
apremiaron, diciendo: - «Quédate con nosotros, porque atardece y el día va de
caída.» Y entró para quedarse con ellos. Sentado a la mesa con ellos, tomó el
pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio. A ellos se les abrieron los
ojos y lo reconocieron. Pero él desapareció.
Ellos comentaron: - «¿No ardía nuestro corazón
mientras nos hablaba por el camino y nos explicaba las Escrituras?» Y,
levantándose al momento, se volvieron a Jerusalén, donde encontraron reunidos a
los Once con sus compañeros, que estaban diciendo: - «Era verdad, ha resucitado
el Señor y se ha aparecido a Simón. » Y ellos contaron lo que les había pasado
por el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan.
Meditación: ¿cómo acompaña Jesús?
-
Jesús
en persona se acercó y se puso a caminar con ellos.
-
Él les
dijo: - «¿Qué conversación es esa que traéis mientras vais de camino?».
-
Entonces
Jesús les dijo: - « ¡Qué necios y torpes sois para creer lo que anunciaron los
profetas.
-
Les
explicó lo que se refería a él en toda la Escritura.
-
Hizo
ademán de seguir adelante.
-
Entró
para quedarse con ellos.
-
Sentado
a la mesa con ellos, tomó el pan.
Oración
Digamos
en voz alta la frase que se refiera a lo
que más nos cuesta del acompañamiento, y pidámosle al Señor que nos conceda ser
capaces de venciendo toda dificultad acompañar a los que él nos ha puesto en
las manos.
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