La salve
Oración de jóvenes
Monición
Al fin del día, descubrimos Señor todas las dificultades que
desde la sociedad y desde nuestra limitación hemos vivido. Cuantas cosas que
queríamos hacer y no hemos hecho, cuantas que no querríamos hacer y al final hacemos:
cuantas maneras, formas, expresiones, comentarios... que mejor hubiera sido
acallar. (silencio)
Esta es nuestra realidad, la de los que descubrimos tu
santidad y el proyecto que nos ofreces, a la vez que nuestro pecado... Hoy con la oración que tantos antepasados
nuestros han rezado, y que tal vez por su lenguaje nos resulte extraña, antigua
y hasta inservible, queremos reconocer desde esta experiencia de limitación, que
a tantas y tantas generaciones de creyentes ha acompañado, la esperanza de los
creyentes en la misericordia y amor de Dios, concretado en María, y en la Vida eterna, en donde todas las
limitaciones desaparecerán y lo que aquí vivimos como en penumbra, gozaremos a
plena luz.
Canto (de pie)
Monitor: En el nombre del padre......
Como el ángel en la mañana de la anunciación,
saludamos a María y reconocemos en ella el gran don, el gran regalo que Dios
nos ha hecho.
Todos: Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida,
dulzura y esperanza nuestra.
(sentados) Monitor: Cada uno
saluda interiormente a María con su lenguaje, con su palabra, a su manera. (silencio)
Ante esta Madre buena, podemos reconocer
nuestra necesidad:
somos desterrados, fuera de lugar, somos pecadores (hijos de
Eva)... y nuestro pecado nos produce
sufrimiento.
Todos: (de pie) Dios te salve a ti llamamos los
desterrados, hijos de Eva; a tí suspiramos gimiendo y llorando en este valle de
lágrimas.
(sentados) Monitor: Habla con
María de tu situación, de lo que te hace sufrir. (silencio)
Pero a pesar de esto, el encuentro con
María, nos llena de esperanza, esperanza porque no estamos solos, en la necesidad podemos mirar a alguien.
Esperanza porque alguien con su gracia y su vida nos muestra el camino de la
felicidad, y esperanza porque al final la promesa de la vida eterna, del
encuentro definitivo con Jesús da sentido a la vida.
Todos: (de pie) Ea, pues Señora, abogada nuestra,
vuelve a nosotros esos tus ojos
misericordiosos y después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito
de tu vientre. ¡Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce Virgen María!
(sentados) Monitor: Cuenta a
María lo que te da esperanza, lo que te ayuda a seguir caminando en momentos de
dificultad, pídele que sea ella compañera de camino y esperanza en los duros
momentos.
(De pie) Padre Nuestro
Acción de gracias para despues de la reunión. Al final rezamos todos La Salve