Parroquia Asunción de Nuestra Señora de Torrent

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Área de Liturgia: Oraciones: Oración por la Paz.

 

Oración por la Paz de S. Francisco

Oración de jóvenes

Monición

            Al final del día queremos ponernos en presencia de Dios con una oración sencilla pero preciosa, que toda la Iglesia desde hace muchos años ha hecho suya.

La oración por la paz de S. Francisco de Asís es una joya de la espiritualidad cristiana, que nace de la seguridad de que cada individuo es protagonista de la historia y que solo desde el cambio del corazón individual podrá cambiarse la estructura. Se pone de manifiesto también,  la necesidad de la gracia para que sea Dios quien produzca ese cambio en nuestra vida, por eso la oración comienza:  Señor, haz de mí.”

 

Canto

 

Pidamos a Dios que transforme nuestro corazón, que no nos deje conformarnos con el “somos así”, que aquello que no podemos cambiar por nuestra fuerza, dejemos que él lo transforme.

 

depie, todos: Señor, haz de mí un instrumento de tu Paz.

 

Pongamos delante de Dios situaciones concretas en donde se da en medio de nuestras vidas: el odio, la ofensa, la discordia, la duda, la desesperación, la tiniebla, la tristeza  (oración)

 

depie, todos:  Donde haya odio, ponga yo amor;

donde haya ofensa, ponga yo perdón;

donde haya discordia, ponga yo armonía;

donde haya duda, ponga yo fe;

donde haya desesperación, ponga yo esperanza;

donde haya tinieblas, ponga yo luz;

donde haya tristeza, ponga yo alegría.

 

Pidamos a Dios que en esas situaciones concretas que le hemos presentado, nos dé fuerzas para ser nosotros los que comencemos la transformación, el cambio de actitudes.

 

depie, todos:  Que no me empeñe tanto en ser consolado como en consolar

en ser comprendido como en comprender;

en ser amado, como en amar;

porque dando, se recibe;

olvidando, se encuentra;

perdonando, se es perdonado;

muriendo se resucita a la vida

 

Acción de gracias para despues de la reunión.

 

Aclamad al Señor, tierra entera;
tocad en honor de su nombre,
cantad himnos a su gloria. Decid a Dios:
«¡Qué magníficas son tus obras!»

Que se postre ante ti la tierra entera,

que toquen en tu honor,
que toquen para tu nombre.
Venid a ver las obras de Dios,
sus temibles proezas en favor de los hombres.

 

Transformó el mar en tierra firme,
a pie atravesaron el río.
Alegrémonos con Dios,
que con su poder gobierna eternamente.

Fieles de Dios, venid a escuchar,
os contaré lo que ha hecho conmigo.
Bendito sea Dios,
que no rechazó mi súplica ni me retiró su favor.

 


 


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