Parroquia Asunción de Nuestra Señora de Torrent

Inicio

Indice

 

 

Área de Liturgia: Oraciones 2003-04: III Domingo de Pascua

 

Oración 3º domingo de Pascua

             Tras las vacaciones de Semana Santa corremos el peligro de creer que con la pasión ha acabado todo. Corremos el peligro de olvidar que la Pascua es quizá lo más importante de todo lo que hemos vivido en este periodo, ya que nos presenta a un Jesús resucitado, no un Dios muerto, ni impotente, nos da a conocer a un Dios triunfante.

 

Lectura del Evangelio Jn 21, 1-19

           

            Jesús se apareció otra vez a los discípulos en el mar de Tiberíades. Fue de este modo: Estaban juntos Simón Pedro, Tomás “el Mellizo”, Natanel el de Caná de Galilea, los hijos de Zebedeo y otros dos discípulos. Simón Pedro les dijo: “Voy a pescar”. Le contestaron: “Nosotros también vamos contigo”. Salieron y subieron a la barca. Aquella noche no pescaron nada.

            Al amanecer, estaba Jesús en la orilla; pero los discípulos no sabían que era Jesús. Jesús les dijo:”Muchachos, ¿Tenéis algo para comer?” le contestaron, “No”. Él les dijo:”Echad la red al lado derecho de la barca y encontraréis”. La echaron, y no podían sacarla por la cantidad de peces. Entonces el discípulo preferido de Jesús dijo s Pedro: “Es el Señor”. Simón Pedro, al oír que era el Señor, se vistió, pues estaba desnudo y se echó al mar. Los demás discípulos llegaron con la barca, ya que no estaban lejos de tierra, a unos cien metros, arrastrando la red con los peces.

            Al saltar a tierra, vieron unas brasas y un pescado sobre ellas, y pan. Jesús les dijo:”Traed los peces que acabáis de pescar”. Simón Pedro subió a la barca y sacó a tierra la red llena de 153 peces grandes. Y  a pesar de ser tantos, no se rompió la red. Jesús les dijo: “Venid y comed”. Ninguno de los discípulos se atrevió a preguntarle: “¿Tú quién eres?”, pues sabían que era el Señor. Entonces  Jesús se acercó, tomó el pan de lo dio; y lo mismo con el pescado. Esta fue la tercera vez que se les apareció a los discípulos después de haber resucitado de entre los muertos. Después de comer Jesús dijo a Simón Pedro: “Simón hijo de Juan, ¿Me amas más que estos?” Pedro contestó: “Sí, Señor, tú sabes que te amo”. Jesús le dijo: “¡Apacienta mis corderos!” Por segunda vez le preguntó: “¿Simón hijo de Juan, ¿Me amas?. Él le respondió: “Sí, Señor, tú sabes que te amo”. Jesús le dijo: “¡Apacienta mis ovejas!” Por tercera vez le preguntó: “¿Simón hijo de Juan, ¿Me amas?. Pedro se entristeció porque le había preguntado por tercera vez si lo amaba, y le respondió: “Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amo” Jesús le dijo: “¡Apacienta mis ovejas!”

“Te aseguro que cuando eras más joven tú mismo te ceñías la túnica con el cinturón e ibas adonde querías; pero cuando seas viejo extenderás tus manos, otro te la sujetará y te llevará adonde tú no quieras”.  Dijo esto para indicar con qué muerte iba a glorificar a Dios. Después añadió:“¡Sígueme!”

Palabra de Dios

¿Qué dice la Palabra de Dios? Esta lectura es el inicio de la tarea evangelizadora de la Iglesia: “voy a pescar”. Se pone de relieve la capacidad de la Iglesia de recibir en ella a todos sin excepción (153= universalidad) La pesca tiene y adquiere todo su sentido a la orilla, donde Jesús prepara la comida para los pescadores.

            Pedro tiene su propio y peculiar carisma que debe desarrollar en el seguimiento de Cristo, sin excesiva preocupación por otros modos distintos de vivir la fe.

 

¿Qué me dice la Palabra de Dios? Aquí cada uno resalta la parte del Evangelio que más le haya interpelado. O bien se hace una petición,...

 

 

  

 

Oración (rezamos juntos)

 

Cuando remamos a oscuras en medio de la noche,

y nuestra redes están vacías,

Tú estás presente, aunque nuestros ojos no sepan reconocerte.

Señor tú lo sabes todo, ¡Tú sabes que te amo!

 

Señor de la vida en abundancia,

Señor de las redes llenas:

como Juan, queremos ser capaces de reconocer tu presencia;

como Pedro, que remos saltar de la barca para ir a tu encuentro .

Señor tú lo sabes todo, ¡Tú sabes que te amo!

 

Con todos los que creen sin haber visto,

Con todos cuantos buscan sin desfallecer, con todos los pequeños y humildes de corazón, creemos y proclamamos

que en ti la muerte ha sido vencida,

que estás vivo y nos precedes en el camino.

Señor tú lo sabes todo, ¡Tú sabes que te amo!

 

Padrenuestro

 

 

 

Inicio

Indice