Parroquia Asunción de Nuestra Señora de Torrent

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Área de Liturgia: Oraciones 2003-04: Domingo de Pentecostés

 

Domingo de Pentecostés

semana del 24 al 30 de noviembre

Esta noche, nos volvemos a reunir ante el Señor. La Palabra que escuchemos no pueden quedar sin respuesta porque “es como agua venida del cielo que empapa la tierra y no vuelve al cielo sin haber producido antes el fruto deseado”. La oración, por muy alta y profunda que sea, si no tiene proyección en los demás, en los hermanos, es una oración falsa; si no aterriza en las realidades de la vida social, de tu vida social, es pura evasión que se queda entre las nubes, una oración que se esfuma y se evapora sin dar el fruto deseado.

lectura: Hch 2, 1-11

“Todos los discípulos estaban juntos el día de Pentecostés. De repente un ruido del cielo, como de un viento recio, resonó en toda la casa donde se encontraban. Vieron aparecer unas lenguas, como llamaradas, que se repartían, posándose encima de cada uno. Se llenaron todos de Espíritu Santo y empezaron a hablar lenguas extranjeras, cada uno en la lengua que el Espíritu le sugería.

            Se encontraban entonces en Jerusalén judíos devotos de todas las naciones de la tierra. Al oír el ruido, acudieron en masa y quedaron desconcertados, porque cada uno los oía hablar en su propio idioma. Enormemente sorprendidos preguntaban:

-- No son galileos todos estos que están hablando? Entonces, ¿cómo es que cada uno los oímos hablar en nuestra lengua nativa?

            Entre nosotros hay partos, medos, elamitas, otros vivimos en Mesopotamia, Judea, Capadocia, en el Ponto y en Asia, en Frigia o en Panfilia, en Egipto o en la zona de Libia que limita con Cirene; algunos somos forasteros de Roma, otros judíos o prosélitos; también hay cretenses y árabes; y cada uno los oímos hablar de las maravillas de Dios en nuestra propia lengua.”

 

                                                                                         Palabra de Dios

 

¿Qué dice la Palabra de Dios?

 

Recibid el Espíritu Santo

Pentecostés es el aniversario de nacimiento de la Iglesia. Jesús exhaló su aliento sobre sus discípulos  y les dijo: “Recibid el Espíritu Santo. Recibido el espíritu de Jesús están preparados para continuar la misión de Jesús. Jesús sigue presente en los cristianos y en la Iglesia, por su Espíritu. Nosotros en el bautismo y la confirmación también hemos recibido el espíritu de Jesús, y la misma misión.

Espíritu vivificador.

En la Biblia se utilizan distintos símbolos para nombrar al Espíritu:

Es soplo que acaricia y vivifica; es viento que arrastra, sin que puedas verlo; es fuente inagotable que satisface plenamente; es vino bueno que alegra y enamora; es aceite que cura y fortalece; es fuego que purifica y enardece; es energía victoriosa que dinamiza todo. El espíritu es una necesidad. En el credo decimos que es “Señor y dador de vida”

La obra del Espíritu

 

 

 

 

para reflexionar...

 

oración

No es la hora del miedo y la soledad.

No es el tiempo de la dispersión.

No es el momento de hacer los caminos en solitario.

No es la época de la uniformidad.

No es el instante de la pregunta sin salida.

No son los días de desesperar.

 

Es la hora del Espíritu.

Es la hora de la comunión.

Es el tiempo de la verdad.

Es la llegada de la libertad.

 

Es la hora de quienes tienen oídos para oír.

Es la hora de quienes tienen corazón de carne y no de piedra.

Es el tiempo de los que adoran en Espíritu y Verdad.

Es el tiempo de los que creen y esperan.

Es el tiempo para los y las que  quieren hacer lo nuevo.

 

Es ahora cuando todo es posible.

Es ahora cuando el reino está en marcha.

Es ahora cuando merece la pena no volverse atrás.

Es ahora cuando podemos darnos la mano.

Es ahora cuando su voz grita.

Es ahora cuando los profetas tienen que gritar.

Es ahora cuando los miedosos no tienen nada que hacer.

 

Es ahora cuando nuestra fuerza es el Señor.

Es ahora cuando el Espíritu del Señor está sobre nosotros.

Es ahora el tiempo del Espíritu.

Es ahora cuando los creyentes pueden proclamar:

“Me ha enviado a proclamar la paz y la alegría”.

 

Padrenuestro

 

 

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