Parroquia Asunción de Nuestra Señora de Torrent

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Área de Liturgia: Rituales: Matrimonio

 

Sacramento de la Reconciliación

 

Con gran cariño habéis preparado los detalles de vuestra boda: la casa y los muebles donde vais a vivir; el banquete de ese día y la lista de los invitados; el traje que vais a llevar, todo lo habéis cuidado. Ahora os invitamos a terminar de preparar lo más importante para poder ser felices: vuestro corazón. Y os invitamos a que lo preparéis celebrando el sacramento de la confesión, el sacramento del perdón de Dios.

      

En la vida de la pareja el perdón es como la sal en las comidas: tiene que estar en todos los platos. El perdón, el que se pide y el que se da, es una forma privilegiada de crecer en el amor matrimonial. Nos ayuda a ser humildes, comprensivos, sencillos; a superar todo engreimiento o sentimiento de superioridad; a comprender y amar al otro tal como es, y a darle una nueva oportunidad cuantas veces haga falta; a llenar de sol y de esperanza los momentos grises de nuestra vida diaria.

 

El “yo te perdono siempre” de nuestro Padre-Dios, es el equivalente a deciros: “ánimo, yo que soy vuestro creador, voy a estar con vosotros en esta nueva etapa de vuestra vida. Vuestro matrimonio tiene sentido porque yo os quiero y os querré siempre, vivid y gozad ese amor que os tengo; pero eso sí, procurad amaros uno al otro como yo os amo”. El sacramento del perdón nos reconcilia con Dios, con los demás y con nosotros mismos, y nos da fuerzas para aprender a perdonarnos unos a otros.

 

Y es curioso ver que para perdonarnos, Dios sólo nos pide que nos perdonemos unos a otros. Por eso en el Padre Nuestro que nos enseñó Jesús rezamos “perdona  nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden “. Y así es  también en la psicología humana: no es capaz de pedir perdón el que no perdona, y a veces no se perdonan cosas que vienen de muy lejos. Y que pueden ser como el cáncer que mata el amor conyugal.

Por todo ello, en vísperas de celebrar el Sacramento del Matrimonio, como el último y más importante preparativo para vuestra boda, os invitamos a que vengáis a la Iglesia para pedir y recibir el perdón de nuestro Padre-Dios. No os preocupéis si hace tiempo que no os habéis confesado, el sacerdote que os va a perdonar en nombre de Dios os ayudará. Pero eso sí, es necesario que estéis dispuestos a perdonar a los demás: así tendréis un corazón nuevo, preparado por Dios para iniciar vuestra vida matrimonial. No podéis empezar vuestra vida de casados con un corazón envejecido por el rencor.

           El siguiente examen os ayudará a preparar la confesión. Rezadlo en casa antes de venir a la Iglesia, juntos pedid a Dios que os ayude.

EXAMEN DE CONCIENCIA

1.- PONTE EN LA PRESENCIA DE DIOS

·        Es Dios quien te va a perdonar a través del sacerdote.

·        Reza pidiéndole que prepare tu corazón para recibir su perdón.

·        Recuerda el tiempo que hace que no te has confesado

 

2.- TU RELACIÓN CON DIOS.

·        ¿Tengo presente a Dios en mi vida? ¿Rezo con frecuencia?

·        ¿Participo en la misa de los domingos?

·        ¿Vivo el domingo como un día de alegría, de paz y de convivencia?

·        ¿Blasfemo o digo palabras que van contra Dios?

·        ¿Comparto mis bienes con los más pobres que yo?

·        ¿Tengo verdaderamente a Cristo como modelo?

·        ¿Estoy contento de ser cristiano?

 

3.- TU RELACIÓN CON LOS DEMÁS.

·        ¿Quiero y respeto a mis padres y a las personas mayores?

·        ¿Les ayudo y les doy el cariño que necesitan cuando son mayores?

·        ¿Me gusta criticar o murmurar?

·        ¿Respeto y trato con cariño a mi novia/o?

·        ¿Guardo rencor o estoy peleado o no me hablo con alguien?

·        ¿Hago a los demás lo que no quiero para mí?

·        ¿He robado, engañado o me he aprovechado de alguien?

·        ¿Miro con envidia a los que tienen más dinero que yo?

 

4.- TU RELACIÓN CONTIGO MISMO.

·        ¿Respeto mi cuerpo y el de los demás como regalo de Dios?

·        ¿Mi máxima aspiración es tener dinero y gozar en la vida?

·        ¿Bebo en exceso, o tomo droga?

·        ¿Conduzco temerariamente, sin respetar las normas de tráfico?

·        ¿Soy consciente de que el sexo no es un mero instrumento de placer?

·        ¿Respeto a las personas del otro sexo?

·        ¿Intento evitar todo lo que me podría llevar a una vida desordenada?

·        ¿Mantengo siempre la ilusión, la esperanza y el espíritu de servicio?.

 

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